La incorporación de un nuevo DT parece lo más urgente, pero el proyecto en sí es lo prioritario
La primera mitad de 2021 dibujaba a una selección chilena con visos de conseguir grandes logros. Había acabado el 2020 con dos victorias consecutivas y empezaba el año imponiéndose frente a Bolivia; celebró cuatro partidos en junio, que incluyeron dos importantes empates ante la todopoderosa Argentina, que se acabaría alzando con la Copa América, y tras un empate, volvería a derrotar a Bolivia. Fue la segunda mitad de ese 2021 la que la llevaría a una crisis de resultados que culminarían con la eliminación de la clasificación para el mundial hace pocas semanas.
Las lágrimas y la tristeza han dado paso ya a un planteamiento de futuro, de querer volver a la senda de la victoria y darle al aficionado de la Roja las merecidas alegrías. Es por ello que Martín Lasarte no será renovado como seleccionador y se ha iniciado una búsqueda para sentar en el banquillo a un técnico que sea capaz de devolver la ilusión a esta escuadra. Uno de los nombres que suenan con fuerza los últimos días es el de Ariel Holan, actual entrenador del Club León en la Liga Mexicana de fútbol y que conoce el fútbol chileno gracias a su paso por Universidad Católica, donde se alzó con el campeonato de la liga local.
También se ha hablado, últimamente, de otro argentino, Sebastián Beccacece, que llegaría con el aval de Mauricio Pinilla y Jean Beausejour, dos voces autorizadas en el fútbol que consideran que ha tenido una notable evolución y que puede dar el equilibrio entre los actuales jugadores experimentados y la nueva generación de deportistas jóvenes. Sebastián es el actual entrenador de Defensa y Justicia, que pese a su reciente derrota frente a River Plate está realizando una buena campaña en su competición, lo que se refleja con optimismo de cara a sus próximos encuentros en las apuestas de futbol, donde parte como favorito en los pronósticos, algo que no es de extrañar tras abultadas victorias como la conseguida hace escasos días ante los Sacachispas, por 4-1.
El nuevo DT tendrá una labor nada sencilla, la del cambio generacional. Aportar y motivar a la “nueva savia” será primordial para poder optar con confianza a los nuevos retos. Para ello, se debe contar con la “Generación Dorada”, que tantas satisfacciones han procurado a los aficionados, y que deben aportar su saber hacer a los nuevos integrantes del equipo. Los Vidal, Sánchez o Bravo serían claves en esta transición; de ahí que la opción de Beccacece gane enteros, ya que como afirmó Pinilla, el argentino podría apostar por ese equilibrio y es un “descubridor de jugadores” al que traería “con los ojos cerrados”.
Está por llegar la eclosión de nombres como Suazo, Valencia o Alarcón, pero también el descubrimiento de nuevos y talentosos jóvenes de cara al Mundial de 2026; jugadores que se irán adaptando a la Roja y dejarán destellos de calidad, combinados por el hambre de poder devolver a la Selección a la senda de la victoria. Los Mora, Allende o Palacios y otros tantos que surgirán deben representar ese recambio. Y para ello se necesitará un técnico que sea un revulsivo, al tiempo que gestione una transición positiva, sacando lo mejor de cada era.
Mientras, la quiniela de técnicos futuribles no se agota. Algunos hablan también de Eduardo Berizzo, así como otros de Manuel Pellegrini. Pero, sin restarle importancia al papel del DT, lo más importante pasa por el proyecto global y la firme decisión de realizar un cambio generacional; la incorporación de una ambición y un profundo deseo por la victoria, de sumar talento y aprovechar lo mejor que el fútbol chileno puede aportar a la Roja; devolverla al lugar donde debe estar en el deporte mundial.
