Lo que comenzó como una denuncia por presunto robo con intimidación, terminó convirtiéndose en un incidente fortuito sin delito alguno, luego de una serie de diligencias desarrolladas por Carabineros de La Unión y la Fiscalía de Los Ríos.
Pasadas las 23:00 horas del jueves 10 de julio, personal policial recibió el aviso de un supuesto asalto en el sector rural de Conales, donde desconocidos habrían sustraído una camioneta cargada con pertenencias. Según los primeros antecedentes entregados por la parte denunciante, el hecho se habría producido mientras compartía con amigos al interior de un quincho, momento en el que supuestamente delincuentes aprovecharon para llevarse el vehículo.
Ante esta denuncia, Carabineros desplegó un operativo de seguridad, incluyendo un plan candado en ambas salidas de la ciudad de La Unión, con fiscalización de todos los vehículos que se desplazaban en dirección norte y sur.
Sin embargo, al avanzar la investigación y revisar los antecedentes, Carabineros informó al fiscal de turno de la Unidad de Flagrancia que no se trataba de un robo con intimidación, sino de un hurto, ya que la camioneta había sido dejada con las llaves puestas en la chapa de contacto, facilitando la acción de terceros.
Pero el caso dio un vuelco aún más inusual cuando, tras nuevas diligencias, se descubrió que el vehículo no había sido sustraído por nadie. Según confirmó posteriormente la policía, la camioneta quedó mal estacionada en una pendiente del predio, y debido a que no fue asegurada adecuadamente, terminó deslizándose por la ladera hasta caer en el fondo de una quebrada. La intensa niebla impidió en un principio su rápida localización.
Una vez verificado el lugar y constatado que no hubo intervención de terceros, Carabineros descartó la existencia de delito.
