Por Iván Flores García
Diputado de la República
Después del 18 de octubre 2019, las prioridades ciudadanas cambiaron, dando paso a la necesidad de tener una nueva carta fundamental porque la ciudadanía exigió que los derechos individuales y colectivos no podían seguir siendo sujetos del arbitrio interpretativo del gobierno de turno.
Por esta razón, tres días después, se lo planteamos al Presidente de la República, quien no quiso considerarlo entre sus prioridades.
Por ello, el 29 de octubre, en conjunto con el presidente del Senado Jaime Quintana decidimos iniciar el “proceso constituyente” desde el Congreso Nacional. Así creamos el denominado “2+2”, siendo integrantes los 2 presidentes de ambas Cámaras más los 2 presidentes de las comisiones de constitución, Felipe Harboe y Matias Waker. En conjunto hicimos una revisión y propuesta de toda la normativa que permitiera hacer un plebiscito y el diseño de toda la norma para darle forma y llevar adelante el proceso constituyente.
Dos semanas después de intenso trabajo, se firmó el histórico Acuerdo Por la Paz, suscrito por la mayoría de los partidos políticos, porque no todos quisieron firmar. Este fue el momento que aseguró los votos para una reforma constitucional que viabilizare6 el “plebiscito de entrada” para consultar a la ciudadanía si quería una nueva Constitución y como estructurarla
De todas las autoridades políticas de la época yo fui el único que no estuvo en la foto de esa madrugada y ello fue porque había dicho que si no asistía ningún dirigente social o representante de la ciudadanía yo no iba a estar en la foto. Independientemente de aquella anécdota, desde la Presidencia de ambas Cámaras seguimos impulsando el proceso que era parte de nuestro diseño original.
Ha pasado más de un año y ayer, en una ceremonia muy bien conducida por Servel, 155 hombres y mujeres, en otro hito histórico, serán conducidos por una mujer del Pueblo Mapuche, Elisa Loncon y el Vicepresidente Jaime Bassa, quienes comenzarán a dar vida a una nueva CPR.
Debemos y esperamos poder brindarles toda ayuda que sea necesaria porque esta Constitución no puede fallar. Hay mucha esperanza, expectativa, y necesidad que apuesta al buen trabajo de las y los constituyentes que trabajaran por Chile.
Tengamos confianza en que estos (as) ciudadanos(as) electos por otros ciudadanos harán el trabajo que la Patria demanda.
