Por Fabián Cortez
Candidato a concejal por San Pablo
San Pablo es una comuna con 12.000 habitantes. Según el censo 2017 la cantidad de adultos mayores es 2.319 personas representando un 23 % de la población. Según los datos de la biblioteca del Congreso Nacional, el 41% de los hogares son carentes de servicios básicos y un 17% de la población se encuentra en la línea de la pobreza. Somos casi la misma cantidad de hombres y mujeres. Cabe destacar que los rubros económicos con mayor incidencia en la comuna son agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. Estas son sólo algunas características de nuestro territorio.
Es decepcionante saber que San Pablo en este momento se encuentra en el lugar 322 de 345 comunas de relevancia para el turismo a nivel nacional. Daría gusto saber que es sólo ese dato el que da cuenta de nuestra realidad comunal, pero también resulta que según El último informe de desarrollo comunal, este nos clasifica con un nivel de desarrollo de “medio bajo”, situación que se manifiesta de manera constante durante décadas, en dónde lideramos ranking que nos grafican y nos señalan que podemos mejorar en diversos ámbitos en el que hacer comunal, es más, en algunos ranking o estudios ni si quiera aparecemos en las listas, por falta de datos, información, u otros.
A lo largo esta campaña he podido constatar en terreno cómo los años de ineficiente gestión, decisiones erradas, algunas incluso alejadas de todo conocimiento técnico, han terminado por menguar el espíritu del sampablino. A quien hoy, cuando le pregunto por la realidad comunal, solo levanta los hombros y me dice “que le vamos a hacer” “así son los políticos” “yo ni conozco a las autoridades”, “ya son años que vivimos así”, “vino a pedir el voto, pero de ahí no lo vimos más”, “pero, cómo vamos hacer eso sí somos San Pablo no más”.
Comentarios que reflejan el abandono moral y ético de quienes toman las decisiones con sus ciudadanos lo que redunda en una pérdida de confianza de las personas en sus autoridades. Actualmente se normaliza la gestión a medias que impacta directamente en falta de desarrollo; siendo aquí, dónde nuestras vecinas y vecinos se ven obligadas a ir a otras ciudades a su caja de compensación, no tenemos donde cargar combustible en la comuna, tampoco tenemos farmacias las 24hrs. Poco desarrollo industrial para generar empleo, tenemos un abandono con infraestructura deportiva, un abandono con nuestras, mujeres, niños y jóvenes, carecemos de la elaboración de varios instrumentos de gestión municipal, pero sobre todo, se ha perdido y la esperanza y la fe en qué se puedan cumplir con los sueños y promesas históricas que año tras año no se cumplen.
Aun así, lo descrito anteriormente es una realidad problemática, pero, los problemas son oportunidades, y esas oportunidades serán las bases del san pablo que queremos. De un san pablo ciudadano y participativo, donde todas y todos nos podamos sentir orgullosos y representados en nuestra comuna, que nuestras necesidades se vean reflejadas en la toma de decisiones con autoridades que escuchen y dialoguen con las personas. San pablo es una comuna llena de riquezas que hay que saber trabajar y para aquello es necesario creer en un San Pablo, capaz, cercano, confiable, transparente, con un mejor calidad de vida y oportunidades para su gente.
Este 15 y 16 de mayo existe la gran posibilidad de recuperar la esperanza para decir fuerte y claro que San Pablo ¡PUEDE MAS! puede más en gestión municipal, puede más en el desarrollo de la mujer, puede más para nuestros adultos mayores, puede más en el fomento productivo, puede más en seguridad ciudadana y puede más en tantas otras áreas como el deporte, Cultura, participación ciudadana, salud, educación, obras públicas, juventud, pero sobre todo, puede más en liderazgo.
¡Para estas elecciones he presentado una candidatura profesional, dialogante, cercana y comprometida porque, creemos firmemente que SAN PABLO PUEDE MÁS!
