La falta de actividad física, exceso en el uso de pantallas y el confinamiento absoluto que vive un 71% del territorio nacional, son antecedentes que están afectando el bienestar emocional al interior de cada una de esas familias.
Con el fin de conocer las experiencias de menores durante la pandemia, un estudio del Centro de Investigación Avanzada, CIAE, de la Universidad de Chile, realizado el 2020, arrojó que uno de cada cinco niños presenta síntomas internalizantes, de depresión o ansiedad. Esta cifra refleja la necesidad de buscar estrategias para la contención emocional en la niñez y hacernos cargo como sociedad del cuidado de su salud mental.
Si bien las personas adultas cargan con un gran peso emocional al combatir el encierro, el panorama para los menores y jóvenes suele ser similar, sobre todo al considerar que por segundo año consecutivo se ha visto alterada su rutina social y escolar, lo que se puede evidenciar en situaciones de estrés y alteraciones emocionales.
Es por esto que, desde la llegada de las cuarentenas, se ha vuelto más frecuente en los menores los llantos recurrentes, vaivenes de emociones y frustraciones al momento de enfrentar algún problema. Y como el rol de las personas adultas es fundamental en este ámbito, desde la Fundación Futbol Más, organización que durante la pandemia ha enfocado sus trabajos en la contención socioemocional de menores desde sus comunidades, entregan siete recomendaciones para mejorar la comunicación y las dinámicas con los más jóvenes al interior del hogar:
- Genera espacios de conversación donde los menores puedan expresar sus emociones. Preguntarles cómo se sienten con el contexto actual, cuáles son sus actividades favoritas en pandemia o qué es lo que más extrañan hacer.
- Participar de sus actividades para conocer sus intereses. Utilizar el juego para ayudarles a identificar sus emociones.
- Darse tiempo para observar sus reacciones, comportamiento y vocabulario, porque seguramente existirán modificaciones en su actuar.
- Intencionar que se mantengan rutinas básicas que aporten al aprendizaje colectivo o personal.
- Entregar información necesaria sobre la pandemia, transmitir tranquilidad y calma con mensajes positivos. Hablar con la verdad, contarles qué está pasando y la importancia de cuidarse. Dejar que ellos opinen.
- Buscar soluciones y generar compromisos que aporten a la prevención y respeto por los protocolos COVID. Dar el ejemplo cumpliendo los protocolos sanitarios.
- Alejarlos de mensajes negativos o violentos, que pueden generarse dentro del hogar, medios de comunicaciones o redes sociales.
Katherine Correa, Coordinadora Regional de Fundación Fútbol Más Los Ríos, comenta que “este año la matrícula escolar de la región descendió en 450 estudiantes y una de las principales razones es la sensación de fracaso estudiantil y la alta necesidad laboral de sus familias. Cifras tan impactantes como aquella deben ser combatidas por un alto nivel de apoyo socioemocional, brindando espacios seguros para el desarrollo de la infancia”.
En la Región de Los Ríos, Fundación Fútbol Más interviene desde el año 2018, con el aporte de Forestal Santa Blanca, Embonor y Cruz Verde, en las localidades de Futrono, Lago Ranco, Mariquina y Lanco, impactando a cientos de niñas y niños y sus comunidades a través de sus programas sociodeportivos.
CONTENCIÓN EMOCIONAL
Ayudar a que los menores reconozcan sus emociones puede ser fundamental para sobrellevar los períodos de confinamiento. Identificar las emociones básicas, como la alegría o la tristeza, son parte del proceso de desarrollo de la infancia. Sin embargo, es la misma falta de educación emocional la que se presenta como una de las principales causas para erradicar los problemas de salud mental en distintos grupos etarios, lo que impacta directamente en ámbitos familiares, sociales y educacionales.
Para Constanza del Rosario, psicóloga, fundadora y directora de Fundación Relaciones Inteligentes -que promueve la salud mental, las relaciones positivas, no violentas y la educación sexual- es fundamental enseñar y hablar sobre las emociones. “La inteligencia emocional, como cualquier otra inteligencia, se puede educar. Y en este sentido, invertir en educación socioemocional es invertir en prevención primaria y secundaria de problemas de la salud metal que en la práctica el sistema de salud no es capaz de dar una cobertura universal y de calidad”, comenta.
En el contexto actual las emociones se intensifican, por ello es primordial estar atentos e intervenir cuando sea necesario, incluso con pequeñas acciones de contención, tanto propias como para los demás.
Para conocer más, puedes visitar www.futbolmas.org y https://relacionesinteligentes.com/.
