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jueves, 28 marzo, 2024

Opinión: ¿Por qué apruebo en octubre?

La actual Constitución Política de Chile data del año 1980, en aquella época yo era un joven de 20 años, de oposición al régimen militar. Esta situación no amilanó mis ganas de participar pese a que las condiciones de ese plebiscito se alejaban de cualquier norma democrática, ya que la votación no contaba con registros electorales y los alcaldes designados por el régimen fueron los encargados de supervisar el proceso y dirimir cualquier controversia que se produjera.

Por Andrés Reinoso
concejal de La Unión

En aquella ocasión voté en contra del texto constitucional que proponía la dictadura, ya que la redacción fue realizada por un grupo de abogados designados por el régimen, y el trabajo se realizó entre cuatro paredes, sin consultarle a nadie, sin consensuar nada. En definitiva, el resultado de aquel plebiscito sentó las bases de una nueva institucionalidad, una que puso al mercado en el centro de la convivencia social y al estado como un observador pasivo, con poco poder de fiscalización en materias tan relevantes como lo son la salud, la educación, la previsión social y el cuidado del medio ambiente.

Han pasado 40 años desde aquella ocasión y soy testigo de cómo la Constitución Política de 1980 ha transformado Chile, que duda cabe, somos un país totalmente distinto al de esos años, sin embargo, este modelo de desarrollo ya no da para más, la profundas desigualdades económicas y sociales han calado muy hondo el sentir ciudadano. El estallido social y luego la pandemia nos han mostrado la fragilidad de nuestra economía y la inoperancia de nuestra institucionalidad para ir en ayuda de la mayoría de los compatriotas en tiempos de crisis.

El escenario del plebiscito de octubre es diametralmente opuesto al del año 80, existe una institucionalidad electoral robusta y preparada para llevar adelante un proceso que asegure la transparencia de los comicios, por otro lado, esta elección consultará a cada chileno que quiera participar si está de acuerdo o no con cambiar la constitución que nos rige actualmente, y por otro lado, en la misma línea, permite a cada elector elegir cuál será el mecanismo para cambiar dicho texto constitucional.

En octubre votaré APRUEBO porqué deseo que nuestra sociedad, la de nuestros hijos y nietos, convivan en un país más justo, donde derechos tan esenciales como el acceso a la salud, a la educación y a una pensión digna sea un derecho de todos y todas, sin importar su condición social, cultural o económica.

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