Por Iván Flores García
Presidente de la Cámara de Diputados
Ya vivimos la burla mundial con el puente Cau Cau, y aún en ese caso pueden ser más comprensibles las razones de su falla porque sencillamente nuestra ingeniería no estaba a la altura. Sin embargo, lo ocurrido con la nueva Costanera es mucho más grave… porque hacer un simple pavimento de hormigón es una obra básica que cualquier maestro de la construcción la hubiese hecho de buena forma porque sabría que en Valdivia llueve… y mucho… por lo que cualquier principiante en la materia sabría hacia dónde derivar el agua lluvia.
¿Qué fue de quienes debieron evaluar el proyecto y fiscalizar la obra? ¿Dónde estuvo la constructora encargada que no fue capaz de verificar si la obra se ajustaba a las condiciones climáticas de Valdivia? ¿Por qué no se probó antes de inaugurar? ¿Dónde estuvo la recepción Municipal y la del MOP?… Se vuelven a cometer los mismos errores por exceso de confianza o falta de capacidad, y es claro que no somos campeones mundiales en obra pública.
No nos podemos contentar con soluciones de última hora que debieron evaluarse desde un principio y que pueden afectar a la ciudadanía. Porque solucionarlo ahora con «rejillas» para escurrir el agua puede ser una trampa para: coches de niños, bastones de adultos mayores, personas con tacos, etc. Estas son soluciones simplemente «a la chilena» y las instituciones responsables se alegran por ello… Se contrató a una empresa para que realice una obra de primera categoría y estamos teniendo soluciones de cuarta.
Esta gota es el colmo de la paciencia y vergüenza ciudadana y por ello le haré saber al ministro Alfredo Moreno, para que tome resguardos y resuelva la incapacidad del MOP tanto en obras grandes, como en chicas… ¡¡¡y eso preocupa!!!