En Temuco se realizó el funeral de la hermana Carmen Solís, una madre que dejó huella en Río Bueno trabajando en el Colegio Santa Cruz, donde su alegría, fe y capacidad acogedora, nunca pasaron desapercibidas.
Integrante de la Congregación Hermanas Maestras de Santa Cruz (Suiza), la madre Carmen Solís Solís, falleció a los 100 años en la ciudad de Temuco. Tras una vida de servicio a los demás, mucha oración y penitencia, la hermana Carmen dejó una huella imborrable tras su paso por la comuna de Río Bueno, donde se integró a la enseñanza del Colegio Santa Cruz.
La directora del establecimiento, Gilda Pérez, explicó que la hermana Carmen tuvo más de 70 años de vida religiosa, pasando gran parte de su vida en la Congregación Santa Cruz, a la cual llegó proveniente de Santiago, siendo muy cercana a los estudiantes.
Gilda agregó que el año pasado la hermana Carmen se retiró de Río Bueno por problemas de salud, aun cuando a sus 99 años seguía siendo muy activa y manifestaba muchas ganas de aprender y ayudar al prójimo.
Cuando cumplió sus 100 años de vida en Temuco, se leyeron lecturas bíblicas enfocadas en el amor y la alegría. Carmen estuvo cinco años en el Colegio Santa Cruz en Río Bueno y se crío en La Unión, tuvo familiares en esa ciudad y también en Puerto Nuevo, de ahí su cariño por la provincia del Ranco y el campo del sur de Chile. La madre hacía una lista de todas las personas que estaban enfermas y rezaba por ellas realizando una vida de oración y fe.
El alcalde de Río Bueno, Luis Reyes, asistió a la Capilla de la Casa Provincial de las Hermanas de la Santa Cruz en Temuco. Tras conversar con las religiosas que asistieron a la madre en sus últimos días, señaló que se acercaron como municipio a entregar su pesar y manifestar su solidaridad ante la pérdida de una persona que realizó una gran labor evangelizadora y educacional en la comuna.
