La ceremonia reunió a autoridades regionales, representantes diplomáticos, organizaciones de derechos humanos, académicos y ciudadanía, en un espacio de homenaje a las víctimas de la dictadura y de reivindicación de la memoria histórica. La jornada también contó con la participación del Coro de la Universidad Austral de Chile, que aportó solemnidad con piezas musicales especialmente preparadas para la ocasión.
El acto se abrió con palabras de bienvenida que destacaron el rol de las instituciones y organizaciones que hicieron posible la jornada, entre ellas la Agrupación de Ex Presos Políticos y Familiares de Valdivia, la Fundación DKF, la Municipalidad de Valdivia, el Gobierno Regional de Los Ríos y la Asociación Patrimonial Cultural de la Región de Los Ríos.
El gobernador regional, Luis Cuvertino, subrayó la relevancia de la instancia, recalcando que “ha sido un acto muy bello, muy emotivo, con una carga muy fuerte y emocional. La historia ha estado presente. Hemos hecho también un reconocimiento a las circunstancias del golpe, a lo que ha sucedido en esta ciudad y en esta región. Asimismo, agradecemos tanto al presidente Allende, a las dirigencias políticas, a la militancia y hoy día particularmente a las distintas agrupaciones de derechos humanos”. La autoridad agregó que este acto constituye también un recordatorio de que “la democracia debe estar siempre como objetivo central de nuestra tarea, que la lucha por los derechos humanos debe ser una práctica también importante de reconocimiento permanente”.
Por su parte, la alcaldesa de Valdivia, Carla Amtmann, valoró el hito señalando: “éste es un momento muy importante en la búsqueda de justicia y reparación. Siempre desde el amor y la profunda humanidad. Lo que hoy día se vivió es una expresión de ese profundo amor por la vida y por la búsqueda de un reencuentro entre todos los chilenos y chilenas”. Asimismo, destacó que el monumento esté emplazado en la Plazuela Littré Quiroga, quien fuera director nacional de las cárceles en el gobierno de Salvador Allende.
Una obra marcada por la memoria
La escultura de Kristian Lund permaneció durante décadas en Suecia hasta encontrar en Valdivia su lugar definitivo. El proyecto se gestó hace dos años, cuando la Fundación DKF de Suecia inició gestiones para traer la obra en un esfuerzo colaborativo entre distintas organizaciones e instituciones de Chile y Suecia.
Lund, quien trabajó como técnico forestal en el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli (COFOMAP) a inicios de los años 70, fue arrestado tras el golpe militar y gracias al apoyo de la diplomacia sueca de la época logró retornar a su país. “Cuando volví a Suecia mantuve un sentimiento en mi corazón por Chile. Con el tiempo me convertí en cantero y un día encontré una piedra. Luego de varias semanas tuve la sensación de que fue ésta misma que me habló, naciendo así esta creación que representa a una mujer que llora. Sus lágrimas son tan potentes que cavan hoyos en la tierra recordando a todas las personas desaparecidas y torturadas, especialmente a las mujeres que perdieron sus familiares”, explicó el artista.
El representante de la Fundación DFK, Osvaldo Alvarado, valdiviano radicado en Suecia hace 50 años, agregó: “me siento muy contento y orgulloso de seguir aportando a Valdivia y la región. Tengo en mente otros proyectos que esperamos se puedan concretar a futuro”.
En tanto, Pedro Mella, presidente de la Agrupación de Ex Presos Políticos, expresó: “este es un gran logro que hemos podido concretar. Especialmente para nuestras madres, esposas e hijas que nos venían a acompañar a este lugar en los setenta. Tenemos que seguir adelante por la verdad, por la justicia, la reparación y para que nunca más vuelva a suceder lo que sucedió en Chile y a cuidar nuestra democracia”.
Presencia de Suecia
La ceremonia contó con la participación de la embajadora de Suecia en Chile, Sofía Kalrberg, y del embajador Felipe Saéz, director de la División de Europa del Ministerio de Relaciones Exteriores, en representación del ministro Alberto Van Klaveren. Ambos coincidieron en destacar el valor de la memoria y el compromiso democrático que simboliza la obra.
“Estoy muy agradecida de participar de esta instancia. El 11 de septiembre es una fecha que no solo se recuerda en Chile, sino que en todo el mundo. Muchas embajadas ofrecieron en aquel entonces su apoyo a las personas que se encontraban en peligro y Suecia no fue la excepción”, señaló la diplomática. Kalrberg también evocó la figura de Harald Edelstam, embajador de Suecia en Chile en 1973, quien fue clave en ofrecer asilo a perseguidos por la dictadura, acción que se extendió hasta 1989. En total, cerca de 29 mil chilenos fueron acogidos en Suecia.
Felipe Saéz añadió que “la memoria de lo ocurrido en 1973 no es un ejercicio del pasado, sino que un compromiso con el presente y las generaciones futuras. La iniciativa de trasladar esta obra representa una expresión artística que se convierte en un puente de memoria. Un gesto de solidaridad y compromiso con la historia y las víctimas de nuestro país”, finalizó.