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Por Matías Fernández Hartwig
Político y Cirujano Dentista
En la Región de Los Ríos, la deserción escolar sigue siendo un problema crítico, agravado por la falta de transporte adecuado, especialmente en comunas como Corral, Paillaco, La Unión y Máfil. La deficiente infraestructura vial y los problemas de conectividad durante el invierno dificultan el acceso a la educación, afectando principalmente a las zonas rurales.
Según datos del Ministerio de Educación, en 2022 la tasa de deserción escolar en la región alcanzó un 2.5%, con cifras aún mayores en sectores apartados. En Corral, por ejemplo, más del 30% de los estudiantes de áreas alejadas enfrentan dificultades para asistir a clases debido a caminos en mal estado y la falta de transporte. En Paillaco, un 15% de los jóvenes de sectores como Pichirropulli han debido abandonar sus estudios por problemas de movilidad. En La Unión, la situación es similar, con un 20% de deserción en sectores como Trumao, donde las lluvias intensas aíslan a las comunidades.
Garantizar un transporte escolar eficiente es una necesidad urgente. El acceso a la educación no solo es un derecho fundamental, sino también un pilar clave para el desarrollo de nuestras comunidades. La educación es una herramienta esencial para reducir vulnerabilidades, generar oportunidades y construir un futuro más seguro para nuestros niños, niñas y jóvenes.
Es imperativo que el Estado destine mayores recursos para mejorar la infraestructura vial y el transporte escolar en la región. Solo con un compromiso real y acciones concretas podremos garantizar que todos los estudiantes, sin importar su lugar de residencia, accedan a una educación de calidad en condiciones dignas y seguras.
