Para nadie es un misterio, el enorme drama personal y familiar que deben sortear las personas que de manera crónica o temporal deben someterse a diálisis para seguir viviendo, muchos de los cuales atraviesan por la agotadora espera de un trasplante, que solucione parcialmente la difícil situación de salud que les aqueja. A ello, se deben sumar las largas horas de viaje que al menos tres veces a la semana muchos realizan para poder someterse a este procedimiento médico, y el desgaste emocional que ello implica.
Lamentablemente, en el caso de la comuna de La Unión, la situación parece tener factores que complejizan aún más el uso permanente que realizan los usuarios de estas vitales máquinas, los cuales denuncian una serie de irregularidades y deficiencias en la gestión del Centro de Diálisis ubicado en avenida Arturo Prat de la capital del Ranco.
Los principales cuestionamientos que dan a conocer usuarios y usuarias de este recinto, guardan relación con temas sanitarios, falta de personal, atención a los usuarios y condiciones estructurales deficientes. Tras conocer los primeros antecedentes, noticiaslosrios.cl inició un proceso de verificación por medio de testimonios de algunos usuarios, que comentaron las problemáticas y solicitaron expresamente se proteja su identidad, dado que cada semana deben concurrir a este Centro de Diálisis y están en una situación compleja al depender su vida de este procedimiento médico.
“Al ingresar a diálisis uno ya se puede dar cuenta del primer problema para quienes concurrimos al lugar en vehículos particulares: los pocos estacionamientos que posee el lugar nunca están disponibles y son usados por los trabajadores de la empresa a cargo, lo que dificulta las cosas para quienes llegamos con este tipo de discapacidad”, señala uno de los usuarios, el cual detalla que deben estacionarse a varias cuadras y cuando se retiran del lugar, tras más de cuatro horas de diálisis, presentan mareos y dificultades para llegar a sus vehículos.
Otro de los problemas que denuncian los usuarios, dice relación con la calefacción del recinto, lo que ha quedado en mayor evidencia tras las últimas olas de frio y temporales en la zona. A raíz de ello, deben llevar frazadas para abrigarse durante las largas horas de diálisis. “El frio ha sido tremendo y como la gente entra y sale, las puertas permanecen abiertas, y en la posición inmóvil en que se debe estar, los pacientes en diálisis sufren mayormente el frío, no lo pueden controlar”, sostiene el mismo usuario.
A lo anterior, se suman las condiciones estructurales del recinto, que a juicio de una usuaria, requieren de una mantención más permanente, especialmente en lo que respecta a las filtraciones de viento. Por otro lado, los asientos en que deben permanecer hasta por cinco horas “están en pésimas condiciones y deteriorados. “Hay que ponerles frazadas y cojines que una debe llevar, para poder aguantar esas horas en una sola posición. Cuando te conectan a la máquina ni siquiera puedes bajar los pies, porque una se descompensa, se baja la presión. Hay gente que no tiene piernas, están muy delgados y la diálisis les permite seguir viviendo, da mucha pena cuando uno ve a las personas en esa incomodidad”, complementa la paciente.
Pero, quizá el hecho más grave es lo que exponen usuarios en cuanto a las condiciones sanitarias, para lo cual presentan testimonios gráficos que dan cuenta de serias deficiencias en los protocolos sanitarios de este Centro de Diálisis. Según denuncian, frecuentemente deben hacer uso de asientos con manchas de sangre y sin la sanitización adecuada, con riesgo de contagio de múltiples enfermedades, que para muchos podrían ser letales. “He estado en ocasiones en que por casualidad una persona se queda dormida y pasa a traer la aguja de la fístula, la presión con que sale la sangre es como abrir una llave. La sangre salta por todos lados. He estado varias semanas ocupando un lugar donde hay manchas de sangre en asientos y paredes, tal como se aprecia en la foto. Usted comprenderá que al ver sangre de otras personas produce mucho temor, y eso es responsabilidad de las personas del centro que deben limpiar cuidadosamente cada lugar. A eso se suma la presencia de telarañas que, aunque es un tema menor, no debería pasar”, comenta uno de los denunciantes.
Aquí se complica el tema, porque los relatos coinciden que en estos años no han visto que este centro sea fiscalizado por las autoridades de Salud, considerando que debiese existir un mayor control, porque en este lugar se juegan la vida muchas personas día tras día.
Una de las preocupaciones que dice relación con la atención directa de las personas, es que al finalizar el proceso de diálisis, la máquina emite una alerta para que los pacientes sean desconectados, “pero las personas deben esperar 15 y hasta 20 minutos para que esto suceda, espera que se hace muy larga e innecesaria si se hiciera una buena gestión de los procedimientos o aumentando quizá la dotación de personal. Es lamentable todo esto, y no lo relato para causar daño a la empresa que presta este servicio, sino para que se tome conciencia de la importancia de hacer bien las cosas, porque finalmente, el Estado es el responsable de que esto siga pasando”, comenta uno de los denunciantes.
Una de las preguntas que cabe hacerse, es si el Centro de Diálisis de La Unión tiene la capacidad suficiente para atender a tantas personas que necesitan este servicio para poder mantenerse con vida, considerando que aquí concurren pacientes provenientes de diversas comunas cercanas. El llamado que hacen los usuarios finalmente, es a que se tomen medidas y se fiscalice con mayor rigurosidad la prestación de este vital procedimiento médico, y que se vaya comenzando a trabajar en aumentar la capacidad de diálisis en la provincia.
