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viernes, abril 26, 2024

¡Hoy nos cuidamos, en octubre aprobamos!

El 18 de octubre de 2019, la injusticia acumulada durante décadas hizo estallar la paciencia colectiva y estremeció a Chile hasta sus raíces más profundas, movilizando a millones de personas en todo el territorio que sintiéndose menospreciadas o francamente abusadas se “las jugaban con todo sino pa qué”. La historia reciente nos muestra que las fallas, injusticias, o abusos “del modelo”, fueron justamente permitidas o generadas por los vacíos o premeditaciones que dejó la ideología que empapó a la Carta Fundamental construida sobre una base de pensamiento y una maquinaria perfecta para favorecer a algunos por sobre otros.

Por Iván Flores García
Diputado por Los Ríos

Esta Constitución Política impuesta y parchada demasiadas veces, no ha logrado ni logrará ser la Hoja de Ruta integral e integradora que requiere un país con alas; ni será validada o atesorada por sus ciudadanos dada la ilegitimidad de su concepción. Sin una validación democrática y aprobada entre temores; por más parches que haya tenido, siempre mantendrá su ilegitimidad de origen y los principios en favor de un sector minoritario de la sociedad, y eso la convierte en la antítesis de lo que se persigue: la estabilidad de la convivencia social de la comunidad diversa.

La historia a veces se escribe de una manera y a veces de otra, y la historia fresca de lo que ha sido el Proceso Constituyente es clara. Inmediatamente después del 18 de octubre, el día 29, junto al Presidente Quintana del Senado, organizamos el “2+2”, trabajando con ambas Comisiones de Constitución; revisando, debatiendo y fusionando los proyectos sobre nueva Constitución que estaban pendientes y que decidimos reimpulsar. Así las cosas, desde el Congreso Nacional iniciamos el proceso constituyente que se reforzó con el Acuerdo por la Paz suscrito por la mayoría de los partidos políticos y que permitió abrir el camino a un plebiscito como puerta de entrada a la Nueva Constitución.

Nos hemos propuesto avanzar en la construcción de una Patria más ancha y justa que permita que los chilenos y chilenas nos sintamos verdaderamente interpretados y acogidos en esta nueva casa común, la Constitución democrática. Hemos trabajado para entender el sentido y contenido de la demanda popular, que se encuentra y converge con lo que ha sido nuestra razón: la búsqueda de más Justicia Social, como cimiento para la construcción del Bien Común.

Oportunidades históricas como esta, que nos ponen a prueba como ciudadanos comprometidos con los cambios, deben ser tomadas con resolución, prudencia y respeto. ¡El diálogo y búsqueda de acuerdos serán la clave para lograrlo!

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