Uno de los efectos colaterales de la pandemia es el aumento de las conexiones por internet, y cada día son más los menores que navegan durante horas en la red sin supervisión de sus padres o tutores, por lo que se prevé un aumento en los delitos cometidos de manera online.
Es por esto que la PDI se encuentra en alerta y a través de las brigadas Investigadoras de Delitos Económicos y de Delitos Sexuales de Valdivia, manifestaron su preocupación por el tema del grooming, el cual según la UNICEF “es la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño o niña mediante el uso de internet. Siempre es un adulto quien ejerce el grooming”.
La comisaria Ingrid Ortiz, jefa de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales, aclara que este delito guarda relación con “situaciones de abuso sexual de niños, niñas o adolescentes por parte de adultos a través de internet, usando las webcams y los diversos chats”.
Generalmente estos delincuentes utilizan un mismo modus operandis, contactando niños o niñas en salas de chat o redes sociales, y generalmente se hacen pasar por otro menor, generando lazos de confianza y amistad con la finalidad de obtener la mayor cantidad de información posible respecto a sus rutinas diarias, dirección, claves en redes sociales y formas de poder ubicar al menor.
Además, con el paso del tiempo intenta disminuir las inhibiciones del niño o niña, incluso exhibiéndoles imágenes de contenido pornográfico, hasta lograr que el o la menor se desnude frente a la cámara con la cual se conecta o le envíe fotografías de índole sexual.
Una vez que obtiene fotografías o vídeos de el o la menor comienza a chantajearlo con publicar o enviar a los familiares del niño o niña, las fotografías que posee. Lo que busca el delincuente es que el menor le envíe más fotografías o vídeos y en muchas ocasiones desea concretar una junta para abusar sexualmente de el o la niña víctima de esta situación.
