Carol Hewstone García, directora de Pedagogía en Educación Diferencial Modalidad Advance de la U. San Sebastián sede Valdivia reflexiona sobre la necesidad de que el profesor siga siendo un mediador en el aprendizaje –ahora- a través de la enseñanza virtual.
En distintos países en el mundo -como Francia e Israel- que han reabierto sus aulas resurgen brotes de Covid-19, lo cual ha hecho tomar medidas restrictivas y en algunos casos volver a cuarentena. Por lo que, desde Pedagogía en Educación Diferencial Modalidad Advance USS Valdivia, indican que es imperioso profundizar en lo que conlleva la educación online.
Cuando millones de chilenos están haciendo cuarentena y realizan trabajo remoto en casa y bajo el lema “no son vacaciones”, los escolares hacen tareas e intentan cumplir con las actividades que sus profesores han diseñado para avanzar desde el hogar. Realidad que puso en jaque lo planificado para un año, en que se pretendía trabajar en el contexto escolar y universitario.
Así lo señala Carol Hewstone García, directora Pedagogía en Educación Diferencial Modalidad Advance de la USS Valdivia, quien comenta que, “nuestro sistema educacional no estaba lo suficientemente preparado para este escenario”.
“De pronto el sistema online llegó de golpe exigiendo la puesta en marcha de distintas propuestas en el uso de plataformas digitales, ya sea como repositorios de información, clases online a través de cápsulas grabadas, elaboración de tutoriales, drive, clases a distancia a través de zoom o collaborate y uso de plataformas sociales, etc. Motivo por el cual hemos visto un gran despliegue de recursos para acercar el proceso de aprendizaje. Desde el Ministerio de Educación surge la iniciativa Aprendo en Línea, con una serie de recomendaciones y orientaciones, recursos, textos escolares en digital y más de 10 mil libros disponibles”, dice la docente de la USS.
Y explica que, “independiente de la modalidad, lo cierto es que la enseñanza digital llegó para quedarse, mirar el futuro en educación significa incorporar ese proceso desde la esencia de la pedagogía y la didáctica. Es decir, planificar cómo quiero que los estudiantes aprendan en este espacio virtual, considerando las distintas trayectorias de aprendizaje, ya que el objetivo es llegar a la diversidad de estudiantes, y cómo voy a evaluar y retroalimentar el proceso”.
En este sentido, Hewstone subraya que “el desafío para los docentes está precisamente en ser un mediador, facilitador del aprendizaje, y quien invita a interesarse por lo que debe aprender en el aula virtual. En palabras de Morrison (2012), es: Estar allí, sin estar presente físicamente”.
“Lo anterior, no es nada fácil si no se cuenta con las herramientas adecuadas, por ello la gran necesidad de prepararlos en el uso, diseño e implementación de la enseñanza y aprendizaje digital, para abrir un nuevo espacio, el Aula Virtual. De lo contrario, terminaremos entrampados en la elaboración de guías y el estudiante recibirá a través de un medio digital lo mismo que puede realizar en el libro de clases”, concluye.
