Por Matías Velásquez F.
Administrador Público – Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas
Concejal I. Municipalidad de La Unión

La conectividad debe ser entendida como el insumo primordial en el desarrollo de los territorios, la cual sin duda debe ir acompañada de diversas políticas públicas que permitan un crecimiento sostenido y responsable de áreas de interés que permitan consolidar grandes proyectos en una zona específica al interior de una región y/o comuna.

La región de Los Ríos, entendida como territorio es sin duda una zona privilegiada, no sólo por su cautivante naturaleza y atractivos, sino que además porque su actividad productiva supone un ejercicio mayor en términos de crecimiento.

Según el indicador de actividad económica regional (INE) durante el último trimestre Octubre-Diciembre nuestra región de Los Ríos junto a las regiones de Magallanes, Ohiggins lideraron en términos de crecimiento. La región en particular producto al incremento de la actividad silvoagropecuaria, especialmente el subsector silvícola, pero además el factor turismo y hotelería ratifican el perfil que esta región contiene en términos de oferta.

Lo anterior sin duda supone exigencias mayores y complejas, tanto desde el punto de vista político por medio de un correcto manejo de las políticas públicas como también del sector privado que debe entender que los esfuerzos deben ser colaborativos y ajustado a la ley, además de abrirse espacio ante los competidores más cercanos de la región de Los Lagos y la Araucanía.

Pero, ¿Porque es tan vital la conectividad territorial para el desarrollo de la región?. Esta simple pregunta viene respondida en el desglose general de los datos que entregábamos. La economía regional requiere de caminos en buen estado para incrementar su oferta y la conexión del territorio especialmente hacia la ruta 5 y el sector costero donde se localiza gran parte de la reserva natural.

Así mismo el sector turismo, requiere de conexiones significativas en todo ámbito, desde telefonía, servicios básicos hasta rutas con alto nivel de peligrosidad habilitadas con normas básicas. No se trata en ningún modo de transformar la fisonomía de la región, es más, las intervenciones deben estar consensuadas por las administraciones locales y sus habitantes quienes en definitiva tienen el derecho legítimo de definir como quieren vivir y como quieren explotar su territorio a partir de las potencialidades que ofrece.

Esfuerzos asociativos entre la empresa privada y las instituciones públicas, la generación sistemática de servicios hoteleros, restaurantes, deportes al aire libre, senderismo, agroturismo y turismo rural, entre otros temas relevantes deben ser ahora ya, un lenguaje cotidiano al interior de los municipios y el gobierno regional, lo cual debe materializarse en el corto plazo.

Por Otra parte el sub sector silvícola, obliga en el actual panorama a extremar planificaciones rurales exigentes con el objetivo de organizar el territorio, con el objetivo de crear rutas económicas y sectorizar el desarrollo en las localidades, para de esta forma no intervenir espacios que podrían ser explotadas turísticamente pero en donde los paisajes son deteriorados en post de fortalecer un sector de la economía en particular; en ello la planificación es clave.

Conectividad y turismo, debiesen ser por consiguiente materias que lideren la agenda regional y local en el mediano y largo plazo y pensando en que el buen desarrollo tanto territorial como económico va en directo beneficio de los habitantes de nuestra región y su calidad de vida.