Por Julio Ávila
Estudiante Ingeniería en Administración
Comerciante de la comuna de La Unión
La eficiencia en la gestión municipal es un pilar fundamental para el desarrollo y bienestar de cualquier comunidad. Sin embargo, la ineficiencia en las administraciones locales ha llevado a muchas municipalidades a enfrentar una espiral de deudas y desfalcamiento, lo que a su vez resulta en un grave malgasto de los recursos públicos, afectando directamente a los ciudadanos que dependen de estos servicios.
Uno de los principales factores que contribuyen a la ineficiencia municipal es la falta de transparencia y rendición de cuentas. Muchas veces, los recursos destinados a proyectos comunitarios se desvían o se mal administran, dejando a la población sin los beneficios esperados. Esto no solo crea desconfianza hacia las autoridades locales, sino que también perpetúa un ciclo de pobreza y desatención en áreas críticas como la educación, la salud y la infraestructura pública.
Este escenario es aún más alarmante en un contexto de limitación de recursos. Cuando las municipalidades se encuentran en situaciones de déficit, muchas recurren a endeudamientos que a largo plazo se vuelven insostenibles. Esto no solo afecta su capacidad para operar, sino que también implica que una parte significativa del presupuesto futuro se destinará a pagar deudas, reduciendo aún más la inversión en proyectos que benefician a la comunidad.
Para abordar estas problemáticas, es esencial fomentar una cultura de transparencia, fortalecer las capacidades administrativas de las municipalidades y garantizar un control ciudadano efectivo sobre el uso de los recursos públicos y en esto del control ciudadano estamos al debe nosotros como contribuyentes ya que no tenemos una cultura de involucrarnos en saber cómo se gastan nuestros impuestos que aportamos al Estado con trabajo y sacrificio y luego un grupo de burócratas hacen y deshacen con el TESORO PúBLICO.
En conclusión, podríamos tener en nuestra ciudades mucha mejor calidad de vida, desarrollo económico, más respeto en la administración de los recursos públicos , si fueramos amantes a informarnos y que los políticos corruptos sean castigados con duras penas económicas o cárcel efectiva.
