Lo que comenzó como un control preventivo en la ruta U-55 terminó transformándose en un operativo policial de gran envergadura, que incluyó persecución a alta velocidad, un violento forcejeo y la incautación de pesca ilegal en plena veda.
La tarde del viernes, personal de la Tenencia de Cancura intentó fiscalizar a un automóvil Chevrolet Corsa en el kilómetro 22 de la ruta. El vehículo, ya reconocido por evadir controles anteriores, huyó a gran velocidad. En dos ocasiones, el conductor —un hombre de 30 años domiciliado en Puerto Octay— intentó atropellar a los uniformados, iniciando así una persecución que se extendió por distintos puntos de la vía.
El operativo incluyó el apoyo de la Tenencia de Puerto Octay y patrullas de Río Negro, mientras el automóvil alcanzaba hasta 165 km/h en zonas de riesgo, incluso cerca de la escuela de Nochaco, donde transitaba a más de 80 km/h en horario de salida de clases. Finalmente, tras perder el control y chocar contra un montículo de tierra, el vehículo fue interceptado por Carabineros.
Durante su detención, el conductor golpeó con pies y puños a tres uniformados, provocándoles lesiones en rostro y extremidades antes de ser reducido. Sus acompañantes, de 23 y 28 años, también fueron arrestados, aunque recuperaron la libertad a la espera de citación de la Fiscalía Local de Osorno.
La revisión del automóvil, en evidente mal estado y sin documentación al día, permitió descubrir en el portamaletas dos sacos con salmones y pejerreyes, que en conjunto superaban los 75 kilos, presuntamente obtenidos mediante artes ilegales en época de veda. Además, se constató que el chofer no contaba con licencia de conducir.
El imputado mantiene antecedentes por delitos de uso fraudulento de tarjetas, hurtos, amenazas simples y lesiones. Ayer fue puesto a disposición del tribunal, donde la Fiscalía formalizó la investigación en su contra.