Un clima de optimismo político marca el inicio del ciclo del presidente electo José Antonio Kast, según revela la encuesta Plaza Pública que realiza Cadem, correspondiente a la tercera semana de diciembre en Chile. El sondeo indica que un 55% de los encuestados cree que al país le irá bien con el nuevo gobierno, mientras que solo un 20% considera que a Chile le irá mal o muy mal bajo la próxima administración.
El estudio también evidencia un repunte significativo en la percepción del futuro nacional. Un 61% de los consultados se declara optimista respecto del rumbo del país, cifra que representa el nivel más alto registrado desde marzo de 2018, consolidando un escenario de expectativas favorables de cara al cambio de mando.
Respecto de las razones que llevaron a Kast a imponerse en la segunda vuelta presidencial, un 49% de los encuestados señala que su decisión estuvo motivada principalmente por el programa de gobierno del candidato republicano. En tanto, un 37% afirma que votó para evitar el triunfo de Jeannette Jara y del Partido Comunista, mientras que un 32% lo hizo para impedir la continuidad del actual gobierno del Presidente Gabriel Boric.
En cuanto a las promesas de campaña que más identifican al presidente electo ante la opinión pública, el 60% menciona el cierre de la frontera para poner fin a la inmigración ilegal como la principal medida. Le siguen el ajuste fiscal orientado a reducir el gasto del Estado en 6 mil millones de dólares, con un 29%, y el compromiso de impulsar un crecimiento económico del 4% junto con la generación de empleo, opción mencionada por un 19% de los consultados.
La encuesta también profundiza en los atributos personales que la ciudadanía asocia a Kast. Un 70% considera que el mandatario electo tiene carácter y claridad en sus convicciones, un 65% destaca su autoridad y liderazgo, y un 63% cree que cuenta con la capacidad necesaria para reactivar la economía y generar nuevos puestos de trabajo.
En el ámbito simbólico e institucional, un 60% estima como una buena idea que el Presidente viva en el Palacio de La Moneda, frente a un 22% que considera esta decisión negativa. Asimismo, un 66% evalúa positivamente la recuperación del rol de la Primera Dama durante el próximo gobierno.
Este último punto se vincula con el debate en torno al papel que desempeñará María Pía Adriasola, esposa del presidente electo, quien ha manifestado su intención de ejercer el cargo sin revertir el traspaso de las fundaciones presidenciales impulsado durante la administración Boric. En el entorno de Kast se analiza una fórmula administrativa, eventualmente mediante decreto, que permita restituir un marco institucional para la Primera Dama, evitando que su rol quede reducido a una función meramente simbólica.
