El Gobierno del presidente Javier Milei presentó este jueves ante el Congreso de Argentina un ambicioso proyecto de reforma laboral que busca modificar de manera profunda las actuales reglas del mercado del trabajo en ese país. La iniciativa, compuesta por 92 artículos, ha abierto un intenso debate político, sindical y social, de acuerdo con lo informado por el medio argentino Perfil.
Uno de los puntos más controvertidos del proyecto es la habilitación del denominado “pago en especies” a los trabajadores, lo que permitiría a los empleadores cancelar parte del salario mediante bienes o servicios — como vales de alimentación o tickets de transporte — en lugar de dinero en efectivo. Según recordó Perfil, históricamente este tipo de compensación tuvo un límite del 20% del sueldo.
Sobre este mecanismo, el parlamentario argentino citado por el medio trasandino señaló que “volveríamos a los tickets canasta, que se crearon por la década del 90 para facilitar a los trabajadores que no tenían un comedor dentro de la empresa, y después eso se transformó en una moneda de cambio”, advirtiendo que en la práctica muchos trabajadores terminaban canjeando estos vales por efectivo para cubrir necesidades urgentes.
La propuesta también contempla la posibilidad de extender la jornada laboral diaria hasta 12 horas, siempre que no se excedan las 48 horas semanales, lo que ha encendido alertas en el mundo sindical. Desde las organizaciones de trabajadores advierten que el proyecto no fija porcentajes claros respecto del pago en especies, lo que —a su juicio— abre la puerta a un uso sin límites definidos, según consignó Perfil.
Uno de los cuestionamientos más duros provino del abogado laboralista y diputado argentino Sergio Eduardo Capozzi, quien calificó la iniciativa como “un retroceso (…) como volver a los años 90”, sumándose a las críticas que apuntan a una mayor flexibilidad para contratar y despedir, además de nuevas restricciones al ejercicio del derecho a huelga.
Pese a las objeciones, desde la Oficina del Presidente defendieron la reforma señalando que su objetivo es modernizar un sistema laboral que, a su juicio, “permaneció prácticamente inalterado y dejó de ofrecer respuestas adecuadas a los desafíos actuales del mercado de trabajo”, según recogió el citado medio argentino.



















