La Región de Los Ríos vive un proceso clave en materia de gestión del agua rural. Frente a las nuevas exigencias de la Ley 20.998, que regula los servicios sanitarios rurales, los Comités de Agua Potable Rural (APR) han decidido organizarse y fortalecer su trabajo conjunto a través de la Corporación Regional de APR, instancia que agrupa a decenas de comunidades y se ha convertido en un interlocutor válido ante las autoridades.
El presidente del Comité de Agua Potable Rural de Mashue y actual líder de la corporación, Fernando Muñoz Rodríguez, recuerda los primeros pasos de esta articulación: “Los inicios de la Corporación Regional nacieron por una invitación de Fabián Carrasco, del APR de Liquiñe, que nos invitó a trabajar dentro de la Corporación Regional de APR de la Región de Los Ríos. La formamos en conjunto e invitamos a una serie de APR, en su momento como 20, y fuimos instaurando una mesa de trabajo con el Gobierno Regional”.
Ese trabajo colaborativo, iniciado en 2022, sentó las bases para lo que hoy es una organización en pleno crecimiento.“Actualmente hay 61 APR inscritos, pero hay 40 en espera. No hemos podido reunirnos por temas de emergencia para darles el visto bueno, pero todas esas organizaciones están en proceso de incorporación”, comentó Muñoz.
El dirigente destacó que el encuentro del 6 de septiembre de 2025 marcó un hito en la historia de la corporación: “Hubo más de 120 APR presentes según el listado que tenemos. Ese día se consolidó el trabajo y la proyección regional”.

El desafío de asegurar el agua rural
Uno de los principales objetivos de la corporación ha sido establecer canales formales de vinculación con el Gobierno Regional de Los Ríos, buscando crear instrumentos de apoyo que fortalezcan la gestión de los comités frente a emergencias, fallas estructurales o nuevas exigencias normativas.
“La vinculación fuerte con el gobierno regional ha sido fundamental. Sacamos una línea de financiamiento hacia el área medioambiental, donde se pudo financiar el primer proyecto de renaturalización y también otro dentro del 8%. Ese fue el primer gancho con el gobierno regional”, detalló Muñoz.
Sin embargo, el trabajo no se ha detenido ahí. Hoy la organización ha centrado sus esfuerzos en la creación de un fondo de emergencia regional que permita enfrentar situaciones imprevistas como la quema de bombas, fallas eléctricas o rotura de tanques.
“Nos enfocamos en el fondo de emergencia, logramos que los colegas hicieran videos cortos para visibilizar la necesidad, y conseguimos el apoyo de la Federación Nacional APR Chile y de parlamentarios locales que presentaron mociones para modificar la Glosa N°6, permitiendo el financiamiento de emergencias”, explicó.

El diagnóstico que realizan los comités es preocupante
“Tenemos unas 20 emergencias catalogadas, que van desde bombas quemadas hasta tanques dañados. Un filtro abatidor de turbidez puede costar entre 14 y 45 millones de pesos. Y si no se abate la turbidez, el agua sale de mala calidad”, advirtió Muñoz.
Por ello, la corporación ha planteado la necesidad de un presupuesto robusto para dar respuesta a estos problemas: “Se necesita un fondo de emergencia mínimo de 2.000 millones de pesos anuales para solucionar los problemas de arrastre que hoy tienen los comités”.
Voluntad política y compromiso comunitario
La propuesta, según Muñoz, no solo requiere recursos, sino también decisión política.
“Está la voluntad del Gobierno Regional de Los Ríos y de la Asociación de Gobernadores de Chile para financiar estos proyectos. Hay que aprovechar esta coyuntura y no dejar esto en manos de comunidades que no tienen los recursos”, enfatizó.
El dirigente recalcó que, a pesar de los obstáculos, la organización de los comités ha permitido visibilizar una realidad común en la ruralidad: la fragilidad de los sistemas de agua frente a la falta de financiamiento y la necesidad urgente de profesionalizar su gestión.

Mashue: un modelo de restauración y esperanza
Más allá del trabajo institucional, el caso del Comité de Agua Potable Rural de Mashue, en la comuna de La Unión, se ha transformado en un referente nacional e incluso internacional por su enfoque de restauración hídrica y participación comunitaria.
“En 1998 nos quedamos sin agua en Mashue, y de ahí nació el compromiso de nuestra comunidad entera. Bajaban al estero a buscar agua en carreta y pipas de alerce. Fue ahí cuando entendimos la necesidad de organizarnos y crear un comité de agua potable rural”, recordó Muñoz.
Ese momento marcó el inicio de un proceso que hoy continúa bajo una mirada de largo plazo. El comité desarrolla un programa de restauración de 37 años, que abarca 370 hectáreas de cuencas y microcuencas abastecedoras.
“Logramos un acuerdo con las forestales para proteger un área de alto valor de conservación de 80 hectáreas, y ahora apuntamos a recuperar el agua en los predios de los socios. Si restauramos el agua en los predios, hay menos sobrecarga sobre el sistema del comité”, detalló.
Financiamiento propio y educación ambiental
La comunidad de Mashue ha implementado un pago por servicios ecosistémicos a través de su propia boleta de agua.
“Se creó el financiamiento por intermedio de la boleta del agua, con un valor de 50 pesos por metro cúbico consumido. Ese dinero va exclusivamente a restauración, viverización y reforestación en los predios donde están las tomas de agua”, explicó el dirigente.
El trabajo también ha incorporado la educación como pilar. El comité impulsa un programa de educación ambiental junto a la escuela y el jardín infantil del sector, además de promover prácticas agroecológicas a través de un grupo comunitario.
“Nuestra visión está en el futuro. Las futuras generaciones son fundamentales y la comunidad entera apoya esta gestión”, concluyó Muñoz.
Agua, comunidad y futuro
La historia de Mashue y el avance de la Corporación Regional de APR de Los Ríos representan el esfuerzo de cientos de familias rurales por asegurar un derecho básico: el acceso al agua potable. Entre desafíos normativos, falta de recursos y una creciente demanda de sostenibilidad, estas comunidades demuestran que la organización y la cooperación pueden transformar realidades.
El fortalecimiento de los Comités de Agua Potable Rural y la experiencia regenerativa de Mashue son parte del proyecto “Agua y comunidad: el rol vital de los Comités de APR en la Región de Los Ríos”, financiado por el Fondo de Medios de Comunicación Social 2025 del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Los Ríos, que busca visibilizar los avances, brechas y desafíos en torno al agua rural y la organización comunitaria.

















