De acuerdo con esta agrupación, el proyecto se mantiene detenido debido a que “funcionarios del Estado no hicieron la consulta indígena cuando correspondía, sin que nadie se haga responsable de ello”.
El comunicado subraya la urgencia de retomar cuanto antes las obras, enfatizando que el proyecto significaría cerca de 800 empleos y una mejora sustancial en la atención de salud, con 149 camas, 26 box de atención, 12 camas de Cuidados Intensivos y 6 pabellones quirúrgicos. El objetivo prioritario es asegurar que la infraestructura hospitalaria sea puesta en marcha para responder con eficacia a las necesidades de la población.
La misiva remarca que las autoridades de salud y gobierno “esperan que la tercera etapa se culmine lo antes posible”, reconociendo que el proyecto está en la etapa 3 de 5, pero sin ofrecer “un compromiso con una fecha de retoma de las obras”. Para el movimiento ciudadano, esta falta de claridad resulta preocupante, sobre todo porque “en diciembre culminó el plazo que se señaló para las 5 etapas de 20 días hábiles cada una”, lo que refuerza la sensación de retraso indefinido.
La declaración incluye una petición directa que señala: “El decir que van avanzando, pero que no se pueden comprometer con una fecha de retoma de las obras, es lo mismo que nos vienen diciendo desde hace meses”, a lo que agregan: “Para nosotros, la salud está primero”. Con estas palabras, el movimiento ciudadano La Unión exige responsabilidad a las autoridades y la inmediata reactivación de los trabajos de construcción que, a su juicio, llevan demasiado tiempo suspendidos.
Finalmente, el comunicado es suscrito por el Movimiento Ciudadano La Unión, que hace un llamado a no desatender las necesidades de la comuna en materia de salud. A juicio de esta agrupación, es fundamental agilizar la culminación de las etapas pendientes y no postergar más la finalización de este proyecto hospitalario, considerado clave para el bienestar de la población local.