Columna de Opinión

Envía tus columnas a nuestro equipo editorial al correo prensa@noticiaslosrios.cl

Cambios que empobrecen

Por Juan Francisco Ortún
Académico Escuela de Comunicaciones, U.Central

Pasó la primera jornada de dos fechas clasificatorias para las plazas del nuevo mundial de fútbol, el del 2026 y a la ‘Roja de Todos’, derechamente no le fue bien. Digamos las cosas como son, pese a que pudo ser peor y también podríamos estar lamentando no tener puntos. Uno de seis es mejor que nada.

Este nuevo mundial tendrá varias modificaciones con respecto a los anteriores y que es bueno conocer por parte de los amantes del balompié y también de dirigentes y jugadores chilenos que aspiran a estar en la cita planetaria.

Por de pronto, no será un sólo país organizador, sino que Estados Unidos, Canadá y México tendrán la responsabilidad de ser anfitriones de las selecciones clasificadas. Los estadounidenses ya tienen experiencia en este tipo de organización y los aztecas con mayor razón, pues han tenido esta posibilidad en 1970 y 1986.

Pero otra gran diferencia radica en la cantidad de selecciones que participarán, la que se eleva de 32, que estuvieron en la última justa de Qatar, a 48 como se ha determinado por el ente del fútbol mundial.

Este aumento de 16 equipos es una gran posibilidad para que selecciones que no han estado presentes u otras que sí, de manera alternada como la nuestra, puedan exhibir su poderío frente al orbe deportivo. Para quienes no recuerdan, es bueno aclarar que hasta 1994 la justa máxima reunía a 24 representantes y desde Francia 1998, durante siete ediciones, se jugó con 32 selecciones.

Pero no nos engañemos, estos cambios no son deportivos, son modificaciones netamente económicas. De 64 encuentros se pasa a 104, en donde los sponsors estarán más tiempo en vitrina y se verán en el mundo entero otros auspiciadores que hasta ahora no se conocían, conjuntamente con la respectiva alza en los derechos de televisación, incrementando de esta manera las arcas de la señora FIFA.

Deportivamente, esta creciente alza en el número de participantes implica que lleguen a la competencia de los mejores, algunos que sólo estarán porque los números lo permiten. Cada vez que se aumentan los participantes decrece el nivel que tanto se añora de tiempos pretéritos y se pierde el encanto de una reñida disputa en el camino para llegar a la clasificación final.

Esto último no es menor, porque puede significar que las selecciones de fuste tomen los partidos clasificatorios como un simple trámite cada vez menos importante y competitivo. Como se puede apreciar, no todos los cambios son para mejor; hay algunos que producen desincentivo, bajan los niveles y aportan solo a algunos mezquinos intereses. Hay cambios que empobrecen.

Más Opinión

Orgullo, identidad y compromiso con el deporte regional

Por Luis Cuvertino Gobernador Regional Esta semana vivimos un momento muy...

Deporte e infraestructura: la deuda pendiente en la provincia del Ranco

Por Enrique Larre Peralta Arquitecto El deporte es vida, salud y...

La escasez de profesores está afectando seriamente la calidad de la educación

Dr. Franco Lotito C. Conferencista, escritor e investigador (PUC) Sin que...

Cuidar para vivir mejor: un desafío impostergable

Por Luis Cuvertino Gómez Gobernador Regional de Los Ríos Esta semana...

Educación técnica estatal: Sinónimo de equidad y desarrollo territorial descentralizado

Por Ramón Rubio Donoso Rector del CFT de Los Ríos presidente...

La nueva narrativa valdiviana: dos plumas que reinventan el sur

Por Mauro Gutiérrez En la vibrante escena literaria del sur...

El trastorno de los “acumuladores compulsivos” o mal de Diógenes

Por Dr. Franco Lotito C.  Conferencista, escritor e investigador (PUC) El...

Una infancia protegida, un futuro posible

Por Luis Cuvertino Gómez Gobernador Regional Los Ríos Como cada agosto,...