Por Pablo Hoffmann
Presidente de CODEPROVAL
Cada seis de junio, conmemoramos el Día Nacional del Comercio, sector esencial en el desarrollo productivo y económico del país. Aunque se trata de una fecha enfocada en un segmento específico de nuestra sociedad, la influencia que tiene esta área en el día a día de los chilenos es de una relevancia notable y significativa.
El contexto actual para el comercio y para el sector productivo, sin duda es muy complejo; con una crisis económica global, sumada a la promoción de políticas públicas que imponen una carga extra a los emprendedores del país, es importante reflexionar en nuevos caminos de articulación y trabajo colaborativo entre empresas, además de un mayor protagonismo de los entes estatales de fomento.
No cabe duda que el comercio es el corazón de la economía local, genera empleo y fomenta la competencia, que se traduce en mejores precios y variedad de productos para los consumidores; sin embargo, debemos apuntar nuestros esfuerzos a fortalecer las capacidades humanas y ampliar las oportunidades de crecimiento de las micro y pequeñas empresas, lo que debe venir de la mano de mayores recursos económicos, con miras a modernizar la infraestructura de los comercios, poner esfuerzos en la digitalización de los negocios y crear redes de trabajo coordinado.
En ese marco, y tal como lo mencioné anteriormente, una articulación efectiva y propuestas concretas en cuanto a fortalecer la labor gremial del comercio y las empresas, nos puede ayudar a superar obstáculos y asegurar un futuro próspero para nuestro comercio. Fundamental también es el aporte que se puede gestionar en colaboración con las universidades regionales, área donde CODEPROVAL está impulsando un innovador programa de articulación, inspirado en modelos europeos, que ya nos ha permitido dar pasos relevantes en su concreción en la Región de Los Ríos.
Trabajar el comercio en las regiones es diametralmente distinto a hacerlo en zonas metropolitanas. En el sur que habitamos -por ejemplo- existen brechas muy importantes en cuanto a costos de importación o costos en el arribo de materia prima. A lo que se suma la diferencia en cuanto a densidad poblacional que debilita las oportunidades de crecimiento comercial. Es ahí donde el Estado puede hacer mucho en cuanto a fomento, y promover políticas de apoyo a los emprendimientos incipientes, fomentar la innovación y estimular la inversión con políticas tributarias diferenciadas, formación y capacitación.
Los Ríos, es una región llena de ideas, con mucho potencial de crecimiento y con un comercio establecido que ha plasmado su tradición en lo más profundo de nuestras comunidades urbanas y rurales; hoy es tiempo de ampliar los espacios para el comercio local, pensar en eventos regionales en torno al comercio, incentivar la creación de más productos con alto valor agregado, invertir en la creatividad de nuestros jóvenes y abrir espacios para la modernización de las empresas en todos sus niveles.
En este Día Nacional del Comercio, hago un llamado a todos los actores relevantes, empresarios y responsables de las políticas públicas de nuestro país a unirse a este esfuerzo. Juntos podemos hacer que la Región de Los Ríos sea un lugar aún mejor para hacer negocios, trabajar y desarrollar nuestra vida familiar.
