El histórico representante de la pesca artesanal de Valdivia, denuncia persecución por parte de carabineros, y asegura que lo han golpeado y acusado de incitar a la violencia.
Desde que comenzó el estallido social, Gino Bavestrello, ha estado muy activo en las calles. En efecto, es raro que alguien que haya estado en las movilizaciones no lo haya divisado, con su metro noventa de estatura, su camisa celeste y su cabellera blanca. “De hecho, me cuentan rumores que algunos grupos violentos de derecha me ven como su objetivo”, señala.
Bavestrello es vicepresidente de la ONG Observa Derechos Humanos Los Ríos, entidad reconocida por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que como su nombre lo indica, detecta abusos por parte de los agentes estatales. En esa labor han entregado mucha información, especialmente vídeos, que son tomadas como prueba por el INDH en sus demandas contra la represión policial en este último tiempo.
No obstante, miembros de su propia organización han sido detenidos y golpeados. “El 29 de enero estaba cumpliendo con mi labor de observador, cuando el encargado del piquete de carabineros ordenó mi detención. Antes de subirme al bus fui agredido en las escaleras. Después que cerraron las puertas me golpearon violentamente. Tengo una constatación de lesiones y contusiones múltiples, tanto en mi cara y cuerpo, pero lo más grave es la luxo-fractura de coxis que me ha dejado secuelas,” relata. Su situación generó una querella del INDH contra sus agresores.
Aparte de Bavestrello otros 13 observadores han sido golpeados por efectivos policiales. El pasado sábado, en el marco de la Noche Valdiviana, fue acusado por carabineros de lanzar piedras e incitar a la violencia, lo que él niega tajantemente. Por eso, cree que existe una animadversión de la policía en contra suya, que busca que Observa Derechos Humanos Los Ríos deje de operar.
“No quiero que exista un suicidado en Valdivia, porque no tengo ninguna dolencia, ni enfermedad psicológica que me lleve a eso. Toda la persecución que estoy viviendo me hace pensar que algunos agentes del Estado me querrán desaparecer,” concluyó.
