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lunes, abril 29, 2024

Columna de Felipe Mansilla: Resultados Encuesta Cadem y Reforma Educacional

[su_dropcap style=»simple» size=»5″]E[/su_dropcap]ste lunes conocimos los resultados de la encuesta Cadem, donde se trataron una serie de temas, pero sin duda alguna los que generan mayor alarma son aquellos relacionados con la reforma a la educación, que ha sido objeto de debates durante estas últimas semanas.

1461304_10153097400053696_7669177502244902055_n-400x300Para nadie es un misterio que la necesidad de generar una reforma educacional era inminente, me cuesta recordar que algún sector político en particular se haya manifestado públicamente contrario a debatir generar cambios en esta materia, sin ahondar en las cuestiones de fondo que los distintos actores políticos y sociales hayan propuesto, sino sólo el simple hecho de modificar el sistema actual y mejorarlo desde las perspectivas particulares de cada postura.

Cuando la entonces candidata presidencial Michelle Bachelet propuso en su programa de gobierno realizar una gran reforma a la educación, con cambios estructurales, combatir el lucro y generar una educación de calidad , aquel discurso contaba con un respaldo sustantivo, generando apoyos transversales para llevar a cabo tal ofertón, pero de aquellas cifras nada queda.

Actualmente según la encuesta Cadem, el 66% de los chilenos está en desacuerdo con la reforma, con un apoyo tan solo del 27%. Estas cifras hace 2 años atrás eran totalmente opuestas, pero en aquel entonces como sector denunciamos los errores estructurales que se estaba pregonando, partiendo porque sólo era un slogan de campaña que sonaba bastante llamativo, pero que en la época de campaña presidencial jamás se discutió el fondo de esto, por lo que nadie sabía de qué realmente se trataba, situación por la cual claramente generaba un apoyo masivo y transversal en algunos casos. Conforme se fueron sabiendo detalles de manera esporádica de este proyecto que en algún momento se presentaría, comenzaron las críticas no sólo desde la oposición, sino que del movimiento universitario, desde las rectorías de las distintas universidades, inclusive dentro del interior de la nueva mayoría, generando fricciones y diferencias que salieron a la luz pública y que han sido un gran dolor de cabeza para el gobierno.

Hoy, ya presentado el proyecto, hay más inseguridad, diferencias y temor ante la reforma presentada por el gobierno, generando un rechazo generalizado de parte de la ciudadanía, al darse cuenta ahora, conociendo los detalles de aquel ofertón que se ofreció y que parecía ser la solución de todos los males de la desigualdad social generada por las diferencias en el proceso de formación académica, que realmente era otro discurso maquillado para figurar bonito pero que en la práctica era otra idea antojadiza sin sentido ni rumbo.

Por otro lado, la misma encuesta nos entrega un dato muy importante respecto a una discusión que ha sido uno de los puntos álgidos, si el Estado debe garantizar la gratuidad universal para todas las personas que ingresen a la educación superior, o sólo debe garantizar y costear aquellos que no cuentan con los medios para solventarse y respecto de aquellos que sí tienen los recursos para poder pagar sus estudios, éstos lo hagan, y así el Estado no despilfarre recursos en personas que no lo necesitan. La encuesta Cadem entrega un dato duro, sólo 3 de cada 10 personas considera que la gratuidad debe ser universal y alcanzar el 100% de los alumnos que ingresen al sistema de educación superior. Sin duda, otra materia en que los chilenos le señalan al gobierno que están en una dirección contraria de lo que piensan las personas, pero que de manera unilateral y arbitraria el ejecutivo nos indica que continuará equivocándose, cerrándose a escuchar y dialogar a los actores sociales y políticos que piensen distinto a ellos, y conduciendo otra reforma que contribuirá aún más a destruir los cimientos que nuestra sociedad ha ido construyendo con tanto esfuerzo y racionalidad a lo largo de la historia de nuestro país.

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