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viernes, abril 26, 2024

Vocación productiva: Tomando las riendas del desarrollo territorial

Por Camilo Gómez
Columnista noticiaslosrios.cl

Cuando hablamos y proyectamos el futuro de los territorios, como la Región de Los Ríos y sus comunas, nos encontramos frente al desafío de elegir un camino de entre las muchas opciones de desarrollo, pensando en las posibilidades y aptitudes económicas de la zona, que es a lo que algunos llaman “vocación productiva territorial”.

De esta forma, la región de Los Ríos cuenta con muchas opciones o vocaciones productivas diferentes, marcadas por las diferencias que se muestran en sus comunas, de ello se desprende, por ejemplo, que comunas como Río Bueno o La Unión, presenten un profundo sentido silvoagropecuario o que Futrono y Valdivia organicen sus estructuras en tono al turismo y sus posibilidades.

No obstante, estas vocaciones productivas no están escritas en piedra y dependen no solo de los recursos naturales asociados al territorio, sino también de la forma en que estos adquieren valor y permiten compatibilizar la calidad de vida de los ciudadanos con el crecimiento económico. Recordemos que antes La Unión destacó por un pasado industrial – es decir, de valor agregado a materias primas – y minero – extracción de recursos de alto impacto – cuestión que hoy ha sido reemplazada por la ganadería, agricultura y la producción forestal.

Dicho esto, es necesario que configuremos una decisión en torno a lo que esperamos de nuestro porvenir económico, en otras palabras, tomar las riendas del caballo de la economía para poder dar un sentido serio a lo que esperamos en nuestro territorio a mediano y largo plazo.

Para ello un obstáculo se presenta en las políticas públicas locales basadas en el cortoplacismo y el efectismo – entendiendo como tal, la toma de decisiones pensadas para llamar la atención más que para resolver realmente una problemática ciudadana – que suele asociarse a los cortos periodos municipales y regionales de cuatro años.

Siguiendo el ejemplo, la falta de decisión por parte de las autoridades y la ciudadanía es el equivalente a montar un caballo sin riendas, es posible que avance, es cierto – las economías crecen incluso por el arrastre de los mercados internacionales – pero sin rumbo, iremos permanentemente dejando que el animal coma un poco por aquí, camine un poco para allá, retroceda o de vueltas en círculos y eso desperdicia tiempo precioso si tenemos en cuenta que el tiempo es oro.

A ello, debemos agregar que nuestra región, es un territorio de números rojos, que gasta más de lo que produce y eso, a pesar de tener potenciales económicos que todos conocemos, pero que por la falta de orden en la toma de decisiones y el trabajo serio en miras a formar un proceso de crecimiento ordenado muchas veces nos mantiene en el viaje sin rumbo fijo.

Por ello, será muy importante el proceso que se asoma con la elección de gobernadores regionales el año 2020, pues con ello comienza un proceso de descentralización no experimentado en la historia de nuestro país y cuyo proceso de traspaso de competencias desde el ejecutivo a los gobiernos locales, podrá marcar y apoyar las vocaciones productivas locales, siempre que en los territorios seamos capaces de descubrirlas y potenciarlas, para que de esta manera, las decisiones políticas, económicas y administrativas tengan un norte común, que haga más eficaz este proceso.

Finalmente, como se ha planteado en otras ocasiones, el rol del ciudadano es esencial, pues somos nosotros quienes debemos instruirnos en estos procesos que vienen y aunque, imperfectos, abren una puerta a mejorar la toma decisiones desde quienes son afectados por las políticas públicas. Es decir, un ciudadano que conoce su territorio, sus potenciales y sus necesidades estará mejor capacitado para promover medidas que sustenten la vocación productiva del territorio sin dañar la calidad de vida de sus vecinos, en miras a un mejor pasar para toda la comunidad.

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