Ante la negativa del Ministerio del Interior para declarar esa medida, los vecinos de este sector insisten en su petición, que ven como la solución más rápida para resolver la evacuación de aguas servidas tras la paralización de las obras de la cuestionada constructora García Gross, que se declaró en quiebra.
Muy decepcionados se encuentran los vecinos y autoridades unioninas tras conocer la negativa del gobierno a decretar emergencia sanitaria en las poblaciones Aldea Campesina y Caupolicán Alto, por la evacuación de aguas servidas que se produce desde hace años y que en la actualidad atraviesa un periodo sanitario crítico.
“El olor es horroroso. Queríamos que se declarará una alerta sanitaria, ¿por qué no se hace?. Porque todo tiene que venir desde Santiago. ¿Están esperando que fallezca una persona?”, declaró Rosa Ulloa, presidenta de la junta de vecinos de Aldea Campesina.

“Estamos realmente colapsados: todas las viviendas. Por eso, quedamos con un gusto amargo porque esperábamos la declaración de emergencia sanitaria y la presencia del Intendente (César Asenjo) y que no lleguen los secretarios, lo que siempre deja los temas en veremos”, agregó Walter Miranda del comité Prodefensa del Agua.
Por su parte, el alcalde Aldo Pinuer explicó que se hicieron las gestiones para declarar zona de emergencia sanitaria, presentando un presupuesto de 50 millones de pesos, para solucionar los problemas en los alcantarillados y fosas sépticas. “Pero nos respondieron que eso no iba a ser posible. Nos dijeron que presentáramos un proyecto a la Subsecretaria de Desarrollo Regional (Subdere)”, señaló Pinuer.
Por su parte, el concejal Mario Cumian (DC) manifestó que el diputado Iván Flores también hará gestiones ante el ministerio del Interior, esperando una declaración del Concejo Municipal, que solicite la declaratoria de emergencia sanitaria.
“No puede ser que las autoridades no se pongan de acuerdo para dar una solución rápida. Lo más factible es que una empresa, mediante trato directo, ejecute los trabajos. Porque si licitamos tendremos a la gente esperando varios meses más, porque en diciembre recién se iniciarían las obras,” expresó Camilo Gómez, presidente de Fundación Menoko.
Por eso, los vecinos seguirán presionando para que se les pueda dar una solución definitiva sobre un problema que ya lleva varios meses, dañando su calidad de vida.












