Por Iván Flores García
Diputado de la República
Fue así como en 1932 familias valdivianas, una de ellas ligada al empresario José Taboada, decidieron construir el edificio que albergaría a un nuevo gran Teatro: el Teatro Cervantes como gran centro de espectáculos culturales en el sur de Chile. El edificio fue inaugurado en 1935 y la primera película que se exhibió fue Folies Bergère con Maurice Chevalier.
En los 80´ el teatro fue cambiando de dueños, quienes finalmente abandonaron la infraestructura a tal punto que las butacas ya no servían, el sistema de alcantarillado colapsó, la galería y balcón estaban inhabilitados y que decir de los camarines que se utilizaban para fines poco dignos.
Un día de 2005, Marcelo Izquierdo se acercó a mi oficina para plantearme la preocupación de que el Teatro Cervantes iba a desaparecer porque sería trasformado en un “mercadillo”. Esta preocupante situación la discutí junto al directorio de Valdicor y nos propusimos salvar el Teatro y lo compramos. Se hicieron los estudios de ingeniería y arquitectura para su rehabilitación y posteriormente; ya como nueva región, decidimos desde el GORE comprar el leasing y que sea el Gobierno Regional su propietario.
En buena hora los consejeros regionales dispusieron fondos para estudios y obras, sumado a una pequeña parte del Ministerio de la Cultura. Salvar el Teatro más grande desde Concepción a Magallanes fue la mejor decisión que pudimos haber tomado. Me llena de orgullo ver que la decisión del año 2005, pudo ser concluida con otras autoridades.
Felicitaciones a todos quienes participaron en esta magnífica obra de rescate y puesta en valor. Sólo espero que la próxima administración de este gran Teatro sea motor, gestor y canalizador del potencial cultural de nuestra región para el gozo y desarrollo humano de la comunidad regional y nacional.
¡Gracias a todos los que nos escucharon desde el principio!!