En las salas de espera de Valdivia, al igual que en Santiago, Temuco o Antofagasta, el silencio de los pacientes esconde una conversación digital activa. Sin embargo, el interlocutor ha cambiado. El tiempo de buscar remedios caseros en Facebook parece estar llegando a su fin, dando paso a una consulta más sofisticada y algorítmica. Así lo revela el estudio sobre “Mediación Algorítmica en la Relación Clínica”, cuyos resultados acaban de ser liberados.
La investigación ofrece una radiografía inédita sobre cómo los chilenos de norte a sur están integrando la tecnología en su cuidado personal.
Talento local para un fenómeno nacional
El estudio cobra especial relevancia para la Región de Los Ríos, no solo porque Valdivia fue una de las ciudades clave en la muestra (junto a Arica, Antofagasta, Valparaíso, Santiago y Temuco), sino por el sello de sus autores.
La investigación fue desarrollada por un equipo multidisciplinario con fuerte presencia de la Universidad Austral de Chile (UACh), encabezado por el Dr. Miguel Ángel Carrasco García (UACh – UIC Barcelona), junto a la Dra. Bárbara Klett (UACh), Gabriela González (UACh) y Rodrigo Browne (UACh). A ellos se suman académicos de renombre nacional e internacional como la Dra. Ana María Castillo (UIC Barcelona), el Dr. Sergio Godoy y Dr. Gabriel Bastian (PUC Chile), y Carola Neira (UFRO).
Adiós al “influencer” de salud, hola al algoritmo
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es el rápido ascenso de la Inteligencia Artificial. Mientras la credibilidad de las redes sociales cae en picada —cerca del 60% de los encuestados califica la información médica de plataformas como TikTok o Instagram como “inexacta”—, la IA generativa (como ChatGPT o Gemini) ya es utilizada por un 37,4% de los pacientes.
Esto sitúa a la IA como la segunda fuente de consulta digital más importante, superando a los portales de noticias de salud y dejando muy atrás a las redes sociales, que apenas alcanzan un 12,9% de preferencia. El paciente valdiviano, al igual que el del resto del país, parece estar buscando respuestas más directas y limpias de “ruido” social.
Un paciente informado, no confrontacional
El temor de que el acceso a internet socave la autoridad médica es desmitificado por los datos del Observatorio. A pesar de que más del 50% de las personas busca información frecuentemente, el 51,9% asegura que “nunca” o “rara vez” cuestiona una indicación médica basándose en lo que leyó en internet.
Los investigadores plantean un escenario de complementariedad: el paciente digital usa estas herramientas para llegar preparado a la consulta, para entender la terminología o gestionar su ansiedad, pero no para reemplazar al profesional. De hecho, un contundente 65,1% rechaza la idea de que se puedan tomar decisiones de salud informadas sin la supervisión de un médico.
Conclusiones desde el sur
Para el equipo liderado por el Dr. Carrasco estos resultados marcan un punto de inflexión. La mediación algorítmica ya es una realidad en la relación clínica. Los pacientes llegan al box con un “pre-diagnóstico” digital que ya no proviene solo de un buscador, sino de una conversación con una inteligencia artificial.
El desafío ahora para los profesionales de la salud en Los Ríos y el resto del país no es competir contra el algoritmo, sino integrar esta nueva realidad en la conversación clínica, entendiendo que, al final del día, la empatía y el criterio humano siguen siendo insustituibles para la mayoría de los chilenos.

















