Columna de Opinión

Envía tus columnas a nuestro equipo editorial al correo prensa@noticiaslosrios.cl

¿De qué se trata…? ¡Para oponerme!

Por Dr. Franco Lotito C. 
Conferencista, escritor e investigador (PUC)

Hoy en día, estamos siendo testigos de una forma muy negativa y absolutamente reprochable de alcanzar todo lo contrario a lo que llamamos un “diálogo constructivo y productivo” para terminar cediendo espacios a un “monólogo irrelevante e inútil”, ya que en lugar de dar cabida a: opiniones personales bien formuladas y a la lógica de los argumentos correctamente fundamentados –y que juegan un rol crucial en un proceso comunicativo–, éstos deben ceder su lugar a un conjunto interminable de descalificaciones, opiniones sin fundamento alguno, a discusiones inconducentes, o a las infames “funas” en redes sociales –y también en vivo y en directo–, con un solo objetivo: anular, avergonzar y/o desacreditar al oponente.

Queda muy claro desde un inicio que estamos frente a una postura de “oposición no informada”, en relación con la cual, existe, a priori, una predisposición a no estar de acuerdo con algo, sin que el detractor tenga conocimiento de los detalles, así como de los datos o argumentos que sustentan un determinado asunto, acerca del cual, este sujeto ni siquiera ha intentado informarse de manera adecuada, lo cual, denota una clara actitud despectiva y de rechazo.

A lo anterior, se suma, a menudo, un tono irónico o crítico, especialmente, cuando las frases que utiliza el sujeto detractor van acompañadas –innecesariamente, por cierto– de tres o cuatro signos de exclamación o interrogación, como por ejemplo: “…y qué es la angustia???”, en un tono exigente y perentorio, no obstante que el sujeto que plantea la interrogante, sabe tan bien como el primero, lo que significa e implica el concepto “angustia”, pero quien, en realidad, tiene una agenda oculta: está esperando con impaciencia la respuesta, con la finalidad de “caerle encima” a su interlocutor e iniciar su ataque, ya que lo dicho por la otra persona no le agrada o no va en su línea de pensamiento.

Tanto en política –donde se habla de “oposición responsable”, como una fórmula disfrazada de “seriedad” para engañar a la gente–, como así también en las redes sociales, es muy fácil encontrar sujetos, quienes “disfrazan” sus reales y ocultos deseos de contrariar, polemizar o descalificar gratuitamente los escritos, declaraciones u opiniones de otras personas, asegurando que lo “único que buscan, es un intercambio fructífero de información” y que, en su opinión “uno de los componentes esenciales, es la crítica”, olvidándose, muy convenientemente, por cierto, que antes se dedicaron a practicar abierta y libremente lo que se denomina una “falacia ad hominem”, es decir, un tipo de falacia que pretende ser “lógica”, pero que, en realidad consiste en un ataque personal dirigido, justamente, a la persona que expone un determinado argumento o una afirmación, en lugar de complementar, debatir o cuestionar la “validez del argumento”. Si el diálogo se hiciera en forma correcta, el detractor debería ser capaz de entregar datos, información o argumentos que prueben el punto de vista contrario, algo que nunca sucede con este tipo de individuos.

El término latín “ad hominem” significa “contra la persona”, y se utiliza con la finalidad de desacreditar un punto de vista ajeno, atacando la reputación, los conocimientos, la experticia o el carácter del oponente. Dicho de manera clara y directa: el objetivo del sujeto que usa la “falacia ad hominem”, es desviar la atención de la discusión central –o del supuesto “diálogo” con la otra persona–, y obstaculizar, justamente, el debate productivo, sin aportar datos o argumento alguno que complemente la información inicial acerca de aquello que se debate. En rigor, se trata de una postura o actitud que se basa en prejuicios emocionales, en rencores personales –incluso en envidias profesionales–, en lugar de tratarse de hechos y argumentos lógicos.

Para comprender de mejor manera cómo funciona la “falacia ad hominem”, revisemos lo siguiente:

1. Ataque a la persona: en lugar de rebatir la idea o la afirmación de la primera persona, el segundo sujeto ataca directamente a quien la presenta.

2. Desviación del tema: el ataque personal busca desviar la conversación hacia un aspecto irrelevante e intrascendente de la afirmación, opinión o texto bajo análisis, evitando de esa manera el debate y discusión sobre el problema real.

3. Apelación a las emociones: el detractor busca movilizar los prejuicios y emociones de aquellas personas de la audiencia que siguen la conversación o el debate, evitando un análisis de los hechos y/o de rebatir la lógica del primer argumento.

4. Debilitar la argumentación: en lugar de fortalecer y enriquecer una idea o un punto de vista y buscar un supuesto “intercambio fructífero de información”, el segundo sujeto lo que busca, es debilitar la discusión al introducir elementos triviales o secundarios que nada tienen que ver con el tema principal.

5. Desacreditar el conocimiento: el detractor intenta invalidar un argumento o idea de la primera persona, poniendo en duda la autoridad, los conocimientos o la experticia del primer hablante, faltando de este modo a la verdad y a lo que es correcto en un proceso comunicativo y de diálogo constructivo.

Más Opinión

Cuando un político habla de Dios y luego vota como Satanás

Por Esteban Hernández Fundación Metanoia -Periodista En tiempos de campaña siempre...

Pan y circo… la fea cara de la política actual

Por Dr. Franco Lotito C. Conferencista, escritor e investigador (PUC) “Los...

Presupuesto 2026, un paso más a la regionalización

Por Luis Cuvertino Gómez Gobernador Regional Los Ríos Como cada año,...

La atracción de una sonrisa, el magnetismo de una mirada y la fuerza de una palabra

Por Dr. Franco Lotito C.  Conferencista, escritor e investigador (PUC) Sonreír,...

Se abre el camino para concretar el Barrio Cívico

Por Luis Cuvertino Gómez Gobernador Regional de Los Ríos Durante años,...

Orgullo, identidad y compromiso con el deporte regional

Por Luis Cuvertino Gobernador Regional Esta semana vivimos un momento muy...

Deporte e infraestructura: la deuda pendiente en la provincia del Ranco

Por Enrique Larre Peralta Arquitecto El deporte es vida, salud y...

La escasez de profesores está afectando seriamente la calidad de la educación

Dr. Franco Lotito C. Conferencista, escritor e investigador (PUC) Sin que...