Texto: Dr. Miguel Ángel Carrasco García
Especialista en Salud Pública y doctor en comunicaciones.?
La posibilidad de que la diabetes tipo 2 y la obesidad dejen de considerarse enfermedades crónicas para ser vistas como potencialmente reversibles marca un cambio de paradigma en la medicina y la salud pública. Este avance podría transformar el pronóstico de millones de chilenos, reducir las complicaciones asociadas y aliviar la carga económica del sistema de salud pública.
Durante décadas, la diabetes tipo 2 ha sido considerada una condición crónica e irreversible. Sin embargo, recientes estudios clínicos, presentados en el Congreso Nacional de Obesidad (SOCHOB 2025) realizado en Santiago, confirman que en algunos casos es posible lograr una remisión prolongada cuando el paciente alcanza una reducción significativa de peso.
En la sesión titulada “¿Es la diabetes tipo 2 una enfermedad crónica? Nuevos avances”, creada y presentada por el Dr. Rodolfo Lahsen, el foco estuvo en la pérdida de peso como factor determinante para la remisión de la enfermedad. El especialista presentó evidencia que demuestra que el control efectivo de la obesidad es clave para revertir la diabetes tipo 2, dado que ambas patologías están estrechamente relacionadas y comparten múltiples mecanismos metabólicos.
Entre los datos expuestos, se mostraron reducciones de peso de hasta 11,2 kg en 40 semanas, asociadas a mejoras sustanciales en el control glucémico y menor riesgo de complicaciones cardiovasculares. Este hallazgo refuerza que tratar la obesidad no es solo un objetivo estético o de bienestar, sino una estrategia médica fundamental para modificar el curso de la enfermedad.
De forma paralela, los avances en farmacología han incorporado a la práctica clínica medicamentos innovadores como los agonistas del receptor GLP-1 —entre ellos Ozempic®, Wegovy® y Mounjaro®—, que han demostrado en estudios clínicos pérdidas de peso clínicamente significativas y mejoras sostenidas en el control glucémico. Estos fármacos, utilizados bajo supervisión médica y combinados con cambios de hábitos, representan una herramienta prometedora para mejorar el manejo integral de la obesidad y la diabetes tipo 2.
En Chile, la Encuesta Nacional de Salud 2016–2017 revela que el 12,3% de la población adulta (más de 1,7 millones de personas) vive con diabetes y que un 34,4% presenta obesidad. Estas cifras evidencian la magnitud del desafío y la necesidad urgente de implementar estrategias integrales que combinen prevención, tratamientos innovadores y cambios sostenidos de hábitos.
Si bien estos avances médicos abren nuevas posibilidades, los especialistas recuerdan que la base para prevenir y controlar la diabetes tipo 2 sigue siendo mantener una alimentación saludable, reducir el consumo de ultra procesados, aumentar la actividad física y conservar un peso adecuado.
Un cambio de paradigma que puede transformar la salud pública en Chile
Considerar que la diabetes tipo 2 y la obesidad pueden ser reversibles no es solo un avance médico: es una oportunidad histórica para redefinir las prioridades sanitarias del país. Si este enfoque se adopta de forma sistemática, podría significar menos complicaciones cardiovasculares, renales y neurológicas; una baja sustancial de la mortalidad prematura y una reducción importante de los costos que hoy absorbe el sistema de salud.
En la práctica, esto se traduciría en miles de hospitalizaciones evitadas, menos licencias médicas, menor discapacidad asociada y un alivio real para la red de atención primaria. Para millones de chilenos, implicaría no solo vivir más años, sino vivirlos con mejor calidad de vida. Este cambio de paradigma tiene el potencial de optimizar recursos, mejorar la equidad en salud y redefinir el futuro de la medicina preventiva en Chile.