Una grave situación sanitaria denuncian residentes del sector Sagllúe, en la comuna de La Unión, colindante al ex vertedero municipal. Pese a que el sitio fue clausurado oficialmente hace una década, una vecina –quien solicitó reserva de identidad– acusa que su familia y otra más están siendo afectadas por una plaga persistente de insectos y gusanos, presuntamente relacionados con el antiguo recinto de disposición de residuos.
“Mire, nosotros vivimos al lado del vertedero. No es por decisión nuestra ni nada por el estilo, sino que simplemente nos tocó vivir acá. Y resulta que, por estar tan cerca del vertedero, estamos llenas de hormigas, de gusanos, de cualquier cantidad de bichos que nos entran todos los días”, relató la denunciante.
Según indica, los problemas se han agudizado en el tiempo, pese a que han recurrido en múltiples ocasiones a autoridades municipales y regionales. “Gastamos lo indecible en fumigarnos a nosotros mismos, porque ya estamos aburridas de recurrir a las autoridades. Pero es como si no existiéramos”, afirmó.
La situación afecta especialmente a dos familias que viven más próximas al recinto clausurado. “Yo tengo una sobrina que vive un poquito más allá de mi casa y es lo mismo: está llena de bichos todos los días. O sea, esto ya es inhumano, de verdad”, agregó.
La vecina aseguró que han solicitado la intervención de diversas autoridades, sin obtener una respuesta concreta. “Hemos ido a Vialidad, hablamos con el delegado presidencial, hablamos con el alcalde, pero nadie, nadie hace nada por nosotros. Entonces, la verdad, ya no tenemos otra opción que hacerlo público, para ver si así al menos llamamos la atención y nos puedan ayudar”, dijo.
Otro de los problemas denunciados es el mal estado del perímetro del ex vertedero, donde se estaría generando un microbasural. “Si ustedes vinieran a ver el vertedero, está lleno de murras. Lleno. Vienen en la noche […] Vienen a botar gatos muertos, perros, de todo, es un basural”, describió.
El ex vertedero municipal de La Unión operó desde 1987 hasta 2010 como sitio de disposición final de residuos domiciliarios. Durante casi tres décadas funcionó a cielo abierto y sin condiciones técnicas adecuadas, acumulando aproximadamente 340.000 metros cúbicos de basura en un terreno con pendiente, colindante al estero Sagllúe. Esta ubicación y la falta de infraestructura provocaron riesgos sanitarios y ambientales, como la filtración de lixiviados, proliferación de vectores (roedores e insectos) y la emisión descontrolada de biogás.
Aunque dejó de recibir residuos en 2010, el cierre definitivo no se concretó sino hasta 2015, tras demoras en la tramitación del proyecto de cierre sanitario. Las obras fueron ejecutadas por la Municipalidad de La Unión con financiamiento del Gobierno Regional e incluyeron el sellado del sitio, cobertura vegetal, instalación de chimeneas de venteo para el biogás y sistemas de control de lixiviados.
Actualmente, el lugar permanece clausurado y bajo vigilancia ambiental. El municipio tiene la obligación legal de realizar monitoreo y mantención del terreno durante 20 años posteriores al cierre formal, es decir, hasta 2035. Las tareas incluyen seguimiento de aguas subterráneas, control de biogás y estabilidad del terreno, bajo supervisión de las autoridades ambientales y sanitarias. No obstante, el testimonio de los vecinos colindantes sugiere que, más allá de su clausura, el ex vertedero sigue generando impactos sanitarios no resueltos en el entorno inmediato.