Tres ciudadanos venezolanos en situación migratoria irregular, acusados del asesinato por encargo de un empresario en el barrio Meiggs, Región Metropolitana, permanecieron ocultos durante al menos tres semanas en la ciudad de Osorno, según confirmó la Fiscalía Metropolitana ECOH. El hecho ha causado alarma entre autoridades y vecinos, generando cuestionamientos sobre los controles preventivos y la capacidad del sistema para detectar a personas involucradas en delitos graves.
La información fue dada a conocer por Radio Bío Bío, medio que además recogió las declaraciones del alcalde de Osorno, Jaime Bertín, quien manifestó su inquietud por el caso. “Qué es lo que está pasando, algo no está funcionando”, afirmó la autoridad comunal, calificando la situación como “penosa y preocupante”.
Desde el entorno vecinal también surgieron preocupaciones ante la posibilidad de que Osorno esté siendo utilizada como zona de resguardo por personas vinculadas al crimen organizado. En esa línea, el alcalde Bertín sostuvo que este caso “prende las luces para solicitar mayor control”.
En declaraciones previas a Radio Bío Bío, la Seremi de Seguridad Pública de la Región de Los Lagos también reconoció la necesidad de reforzar las labores de fiscalización, prevención y persecución penal, especialmente respecto a quienes se encuentran en el país de manera irregular o con cuentas pendientes con la justicia. Sin embargo, advirtió que debido al libre tránsito dentro del territorio nacional, no existen zonas completamente exentas del riesgo de ser utilizadas como refugio por personas vinculadas a delitos.
Este caso, considerado uno de los más relevantes de los últimos días a nivel policial, se conecta ahora directamente con la Región de Los Lagos, al evidenciar fallas en los mecanismos de control migratorio y policial en el sur del país.