En el programa transmitido por Canal 13C participaron representantes de comunidades indígenas, biólogos, ecólogos y expertos en turismo de la UACh, además de astrónomos y geógrafos de otros centros de investigación.
Gran expectación se vivió el día lunes en toda la región de Los Ríos a la hora que ocurriría el eclipse solar, debido a la presencia de nubes. Aún cuando éstas no se disiparon, se pudo observar parcialmente el fenómeno, experimentar el oscurecimiento del paisaje y después el retorno de la luz a orillas del Lago Panguipulli.
En “Eclipse 2020 desde los Siete Lagos”, programa de televisión que preparó el Proyecto Prometeo 7.0, el tema central de las conversaciones fue la oportunidad que surge post pandemia para la comuna de Panguipulli y la región de Los Ríos para el turismo científico.
El profesor Edgardo Oyarzún, académico del Instituto de Turismo y Director del Proyecto Prometeo 7.0, fue enfático en señalar que el turismo científico, como una variante del turismo de intereses especiales, no sólo se fundamenta en el mercado de los turistas o visitantes, sino que en un mercado interesado en la conservación del medio ambiente, que no distingue estrato social, ni edades, ni condición económica. “Un mercado abierto a gente que le interese la conservación del patrimonio, tanto natural como cultural”, subrayó.
En ese sentido, el conocimiento científico alimenta el relato turístico y estructura experiencias turísticas en base a ese conocimiento, de una manera más amena y didáctica. “Desde ese punto de vista este proyecto va a contribuir a potenciar la oferta turística no sólo en el destino Siete Lagos, sino en toda la región, y a traspasar a la comunidad de residentes y visitantes ese conocimiento con miras a valorar el patrimonio”, señaló.
El proyecto además ha mostrado la capacidad que tiene el turismo, no sólo como un eje de desarrollo productivo, sino también como vehículo para divulgar la ciencia en el medio nacional e internacional, según explicó.
Turismo científico y ciencia ciudadana
Actuar como un puente que se tiende entre la ciencia y la comunidad es uno de los impactos positivos de esta actividad. En ese contexto, el Dr. Mauricio Soto, subdirector Escuela de Graduados de Ciencias y Director del subprograma de Biodiversidad terrestre del Programa Austral-Patagonia de la UACh se refirió a cómo a partir de la capacitación de guías de servicios turísticos se puede comenzar a levantar información relevante en favor de la conservación. Además, valoró el empoderamiento del conocimiento que lograrían operadores, turistas y la ciudadanía en general.
“El turismo científico va desde la charlas y educación ambiental, hasta la incorporación de turistas dentro de expediciones científicas. Hay que ir profesionalizando esta rama del turismo en pro de que los turistas vayan financiando proyectos de investigación y que participen como voluntarios, como se hace en otras partes del mundo”, explicó.
El biólogo, Felipe Rabanal, presidente de la Asociación Red Chilena de Herpetología, hizo hincapié, además, en la importancia del turismo responsable para que el potenciarlo, no vaya en perjuicio de la flora y fauna que tanto se busca proteger.
Todo el potencial
“El turismo debería ser el foco del desarrollo económico de la región. De esta forma, el turismo científico, debería establecerse como uno de los ejes fundamentales de este rubro debido a la gran naturaleza y el buen estado de conservación que tenemos respecto a otras partes de Chile. Además, paisajísticamente tenemos mucho que ofrecer”, sostuvo el Dr. Soto.
La Dra. Colin fue incluso más allá al proponer el desarrollo de productos turísticos vinculados a la cuenca del río Valdivia, conformada por una cadena de 8 lagos y ríos emblemáticos como el Cruces y el Calle-Calle, describiéndola como única, tanto su historia geológica como por la dinámica ecológica.
















