Por Ramón Rubio D.
Rector CFT Estatal de Los Ríos
Según el académico y consultor Peter Drucker “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”, lo cual es consistente a lo señalado por Edgar Schein, quien al intentar explicar la cultura la descompone en tres partes, los artefactos, los valores y los supuestos, donde los primeros forman parte de lo evidente al ingresar a un lugar, sus colores, decoración, mobiliario, etc pero que se sustenta en aquellos componentes menos evidentes como son los “Valores”, que poseen un significado intrínseco y que representan ideales de conducta, por ejemplo Colaboración, Integridad, Positivismo y Creatividad. Sin embargo, según Schein, la clave para comprender, fortalecer o cambiar la cultura está en los supuestos o creencias, que representan la esencia de la cultura organizacional y que se transforma en el pensamiento y actuar de los individuos que componen esa cultura.
En una mirada rápida sobre los valores declarados de algunas compañías nacionales, nos encontremos con elementos como Integridad, transparencia, lealtad, innovación, confianza y trabajo en equipo. Sin embargo, en tiempos como los que nos toca vivir actualmente y que nos ha obligado cerrar oficinas, reducir horarios y promover el teletrabajo, afloran las creencias, supuestos o pensamientos más profundos, que determinan el día a día de las personas y la forma en que nos relacionamos.
Es así que en tiempos de crisis, es posible que en algunas organizaciones estén experimentando la fuerza de las creencias e independiente de sus declaraciones de valores, se vean envueltos en una realidad que se impone, en la cual los jefes están más preocupados de saber a qué hora están trabajando sus equipos, que en sus avances; a colaboradores más preocupados de su estabilidad laboral que de los objetivos de la organización; a Gerentes reformulando sus planes para bajar los costos con modelos tradicionales y a Directorios pensando en proteger su patrimonio económico en desmedro de su capital humano. Si le suena conocido, cualquier semejanza con su empresa o institución, no es pura coincidencia.