En memoria de Guedita Aguilar

Se fue nuestra querida Guedita Aguilar. Con ella, parte importante de la historia del Juzgado de Letras de La Unión. Ese Juzgado en el que eran mas importantes las personas que los computadores, donde se confiaba más en la palabra que en un texto de word.

ingresó tempranamente al Poder Judicial, sin grandes títulos ni cursos de capacitación, pero con una gran capacidad y vocación que le permitieron reconocer a avezados delincuentes y a personas injustamente acusadas de algún hecho delictual.

Con pocos recursos, como era en aquella época, no escatimaba esfuerzos para indagar y buscar la verdad antes de enviar al archivo judicial algún expediente.

Se las ingeniaba para obtener confesiones que hoy causarían la envidia de los persecutores penales, que a diferencia de ella, ostentan de diplomas y avanzados estudios.

Siempre tuvo un trato gentil y amable, haciendo más llevadero el trabajo judicial. Especialmente, la recordamos quienes tuvimos la fortuna de trabajar cerca de ella, con una frase que nos obligaba a no insistir en un tema que, para ella, le estaba vedado entregar información: “está en sumario”.

Como dijo un colega, Guedita se agravó cuando supo que ya no existía el secreto del sumario. La modernidad le jugó una mala pasada y debió alejarse al llegar los tiempos de computadores, internet, estadísticas y un sinfín de elementos que no le fueron amigables, ya que su manera de trabajar era más personalizada; el saludo en la mañana, tanto para sus colegas como para el público, el respeto a sus jefes y a quienes llegaban por una u otra razón al tribunal, el revisar expedientes, recibir declaraciones, etc.

Hoy, en alguna parte está sonando una máquina de escribir, es nuestra Guedita escribiendo la historia de ese Tribunal, que ya no será lo mismo con la partida de quienes en algún momento le dieron vida y lo llenaron de sentimientos.

Descansa en paz querida Guedita, te despiden los abogados de La Unión y alrededores.