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miércoles, abril 24, 2024

Cáncer cervicouterino: un cáncer mortal que puede ser erradicado

El 26 de marzo de cada año se conmemora el Día Internacional del Cáncer Cervicouterino, y la Dra. Nubia Muñoz, una investigadora que trabajó durante casi dos décadas en la Agencia Internacional para la Investigación de Cáncer de Lyon, Francia, sacó a la luz que cada dos minutos muere en el mundo una mujer por causa de este cáncer.

Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl
Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)

Escuchar las tres siguientes palabras: “¡Usted tiene cáncer!” puede causar un efecto devastador en la persona que las recibe. Son palabras, que además tienen el poder de paralogizar psicológicamente a la persona que las escucha. Tan sólo el acto de pronunciar en voz alta la breve frase: “¡Tengo cáncer!” suena a una sentencia de muerte lenta y dolorosa.

En este sentido, el cáncer, además de representar un grave problema de salud pública con carácter global que afecta a millones de personas en todo el mundo, es una enfermedad que está considerada –culturalmente– como un perfecto sinónimo de angustia mental, grave daño físico, mal pronóstico y que termina con la muerte de quien lo padece.

El Dr. Harald zur Hausen, de origen alemán, fue el principal científico en hacer investigaciones acerca del cáncer de cuello del útero y quien descubrió el papel del “virus del papiloma humano” (o VPH) en el desarrollo de esta enfermedad, descubrimiento que lo hizo merecedor del Premio Nobel de Medicina en el año 2008. Ahora bien, el cáncer cervical o cáncer de cuello uterino corresponde al desarrollo de un tumor maligno del cérvix, es decir, la parte inferior del útero y comienza cuando las células sanas del cuello uterino desarrollan cambios –o mutaciones– en su ADN. El ADN de una célula contiene la información e instrucciones que le indican a la célula qué es lo que debe hacer, y cuando las células están sanas, éstas crecen y se multiplican a una cierta velocidad hasta que en un momento determinado mueren, utilizando un mecanismo llamado “apoptosis”, es decir, una muerte celular programada, con el fin de controlar de manera genética y natural su desarrollo, crecimiento y muerte.

Sin embargo, cuando se produce una mutación y las células se tornan malignas, éstas se multiplican de manera descontrolada y esquivan –o se hacen inmunes– al proceso de apoptosis y se vuelven, prácticamente, inmortales, dando lugar a un tumor, es decir, al agrandamiento anormal de una parte del cuerpo que aparece hinchada o distendida. El cáncer de cuello uterino se origina, justamente, en las células del cuello uterino que crecen y se multiplican sin control, siendo causado, justamente, por el “virus del papiloma humano”.

El virus del papiloma humano, de acuerdo con las enfermeras María Teresa Urrutia y Ximena Concha, “es una infección de transmisión sexual frecuente en la población joven y está reconocido como el factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer cervicouterino”, en relación con el cual, uno de los factores de más alto riesgo, es el hecho de tener múltiples parejas sexuales y el no uso de preservativo. A lo anterior, se suma el desconocimiento que hay en muchas mujeres jóvenes en torno a la existencia de una vacuna en contra del VPH.

Este tipo de cáncer se manifiesta, inicialmente, a través de la presencia de lesiones precursoras en el cuello del útero que tienen una lenta y progresiva evolución, que se pueden ir presentando en etapas de displasia leve, moderada y severa. Importante es saber, que cuando se está en presencia de un cáncer, su tratamiento en etapas tempranas es curativo.

El cáncer cervicouterino lo pueden padecer todas las mujeres que hayan iniciado su vida sexual. Su aparición es más frecuente entre los 35 y los 55 años –aunque también puede aparecer después de los 70 años–, en función de que el tiempo que transcurre entre la infección por el VPH y el desarrollo del cáncer es de 20 años, en promedio, siendo uno de los cánceres con la mortalidad más alta entre las mujeres.

Las principales modalidades para prevenir el cáncer cervicouterino son:
1. Vacunación contra el virus del papiloma humano, principal agente etiológico de este
cáncer. Un “agente etiológico” es una entidad biológica, física o química capaz de causar
una enfermedad, siendo los virus y las bacterias los agentes etiológicos más comunes.
2. Uso correcto del preservativo.
3. Detección temprana de lesiones pre cancerosas.
4. Realización del examen Papanicolau, llamado también “citología vaginal”. La
recomendación, es realizarse este examen cada tres a cinco años, a partir de los 25 años
de edad.
Si bien, el cáncer de cuello uterino es, habitualmente, asintomático, en etapas iniciales
puede presentar sangrado postcoital, en tanto que en etapas más avanzadas, se pueden
presentar los siguientes síntomas que caracterizan a este tipo de cáncer:
1. Un sangrado vaginal abundante y anormal al mantener relaciones sexuales, y también
sangrado entre los periodos menstruales.
2. Mayor secreción y flujo vaginal inusual, comúnmente de color rosado o sanguinolento
y/o de mal olor.
3. Dolor durante la relación sexual.
4. Sangrado menstrual que es más abundante y prolongado que lo habitual.
5. Sangrado después de la menopausia.

De más está decir, que un factor preventivo adicional a los que fueron señalados previamente, es el hecho de educarse, informarse bien y tomar todas las medidas de precaución del caso, con un único e importante objetivo: evitar desarrollar un cáncer cervicouterino que puede ser mortal.

En este sentido, reiteremos lo relevante que resulta ser para las mujeres el hecho de tomar conciencia acerca de la importancia que tiene para su salud y su vida, prevenir la aparición por medio del autocuidado y la pesquisa precoz a través de examen de Papanicolau y el test de VPH.

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