La industria de los videojuegos está en un proceso constante de evolución, y cada año se incorporan nuevas tecnologías, como la realidad aumentada en los juegos. No es posible ignorar la presencia de la gamificación, que se aplica a los planes de estudios de aprendizaje electrónico.
Pero, ¿qué ocurre con los juegos reales en PC, consolas y dispositivos móviles? Existen innumerables aplicaciones de las tecnologías de RA en el sector de los juegos, que van desde la mejora de la experiencia del jugador hasta la elaboración de nuevas mecánicas de juego.
¿Qué es el juego de realidad aumentada?
El uso de juegos de realidad aumentada integra los componentes sonoros y visuales de un juego en el entorno del usuario, en lugar de crear un entorno artificial, como hace la realidad virtual o la mayoría de los juegos digitales. Debido a que los jugadores pueden estar en cualquier lugar en un momento dado, los juegos de realidad aumentada no pueden preprogramar el entorno y añadir componentes. En su lugar, deben hacerlo en tiempo real mediante el uso del entorno disponible.
Los jugadores suelen buscar nuevos entornos para explorar dentro de los juegos, lo que supone un reto para los desarrolladores. Al utilizar el entorno del usuario como campo de juego, los desarrolladores pueden ofrecer un gran número de «lienzos» de juego, manteniendo así el interés de los jugadores durante más tiempo.
Los juegos de realidad aumentada también pueden jugarse con dispositivos más sencillos, como teléfonos inteligentes y tabletas, al igual que el póker o el frutillita juego, y no requieren necesariamente un hardware específico, como auriculares, como los juegos de realidad virtual.
Desarrollo de la realidad aumentada en la industria del juego
La industria del juego ha adoptado rápidamente la tecnología de RA y es uno de los sectores más activos en términos de desarrollo de RA. El lanzamiento del juego Pokemon GO en 2016 fue un momento decisivo que demostró el potencial de la RA en la industria del juego. El juego se convirtió rápidamente en un fenómeno mundial, con millones de personas jugándolo en sus teléfonos inteligentes.
El éxito de los primeros juegos de RA para móviles ha provocado un renovado interés en la tecnología de RA por parte de la industria del videojuego. Varias de las principales compañías de juegos, como Nintendo, Microsoft y Sony, están invirtiendo mucho en la tecnología de realidad aumentada.
Otros juegos han seguido su ejemplo, y ahora hay muchos juegos AR populares disponibles, incluyendo Jurassic World Alive y The Walking Dead: Our World. Estos juegos utilizan la realidad aumentada para traer criaturas y personajes virtuales al mundo real, permitiendo a los jugadores interactuar con ellos de diversas maneras. La RA también se utiliza para mejorar los videojuegos tradicionales. Por ejemplo, la consola Xbox One tiene una aplicación de realidad aumentada llamada Kinect Sports Rivals que permite a los jugadores competir en numerosos deportes.
Limitaciones de los juegos de realidad aumentada
Aunque los juegos de realidad aumentada parecen superar a la realidad virtual en muchos aspectos, también tienen sus propias limitaciones. La baja barrera de entrada a los juegos de realidad aumentada también puede ser un inconveniente para los jugadores. Los jugadores sólo tienen que descargar la aplicación en sus teléfonos inteligentes o tabletas para empezar, pero sostener el dispositivo durante largas horas tampoco es conveniente.
A diferencia de los juegos de realidad virtual, que pueden crear un entorno de 360 grados para que el jugador lo explore, los juegos de realidad aumentada tienen una visión muy limitada de su entorno de juego, visible únicamente en su dispositivo. Esto también desanima a los jugadores acostumbrados a jugar en pantallas grandes.
La limitación del campo de visión podría solucionarse con unas gafas de realidad aumentada, que se espera que en el futuro sean mucho más delgadas que los voluminosos cascos de realidad virtual que existen actualmente en el mercado. La otra opción para disfrutar de un mayor campo de visión es recurrir a las videoconsolas, que pueden conectarse a pantallas más grandes pero limitando el alcance del entorno de juego.
