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jueves, abril 25, 2024
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Reglas y principios para una vida productiva

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En ocasiones mantenemos bajos niveles de productividad, no solo los correspondientes a las obligaciones laborales, sino también en el aspecto personal, familiar, social y del tiempo de entretenimiento que se ocupa en un online casino Chile. Esto se debe a la falta de una organización adecuada y efectiva de nuestro tiempo.

Muchos de nosotros solemos pasar horas mirando redes sociales u optamos por procrastinar del tiempo que tenemos durante el día, dejamos las responsabilidades y las tareas para último momento, lo que disminuye significativamente nuestro porcentaje de productividad.

¿Qué es la productividad?

De acuerdo a la real academia española, la productividad se define como un medio de relación entre lo producido y los medios para alcanzar tal fin, este medio hace relación al tiempo que se invierte para alcanzar un objetivo; el tiempo que se gasta en cada una de las actividades es fundamental para el desenvolvimiento sano y progresista del día a día.

Estos son los principios que se deben cumplir para alcanzar una vida progresista y productiva:

  1. Levantarse muy temprano: aunque puede resultar muy difícil de realizar, el tiempo que ahorras al levantarte temprano es muy útil, la mañana suele ser más eficiente a la hora de realizar un trabajo, estudiar o hacer las labores domésticas. Es un hecho demostrado científicamente, pues el cerebro responde mejor en las horas diurnas, por eso muchos institutos educativos implementan sus horarios de clases desde tempranas horas del día.

El despertar temprano implica ir a dormir temprano a la cama, de nada sirve acostarse muy tarde y dormir solo 4 o tres horas, porque al despertar estarás muy agotado. Antes de iniciar la rutina es importante despertar el cerebro, lo puedes hacer con una serie de rutinas, que incluyan una caminata, leer un libro, entre otros.

  1. Realiza listas: se trata de organizar el día a través de una lista, para así cumplir pequeñas metas a corto plazo, lo ideal es crear una planificación que tenga cierto rango de flexibilidad, por si ocurre alguna eventualidad no se desajuste la lista y al ver cubierto todo lo pautado, puedas sentirse animado de crear una lista para el día siguiente.

Realiza un listado que sea visual y el cual puedas manipular las veces que sea necesario, no lo dejes todo a la memoria. Poco a poco irás organizando tu tiempo a mediano plazo, agregando objetivos semanales e inclusos mensuales.

  1. Prioriza tus descansos: muchos cometemos un gran error a la hora de crear las listas y la planificación del día a día, por no incluir las horas de descanso, y es que el agotamiento enlentece la jornada laboral, de estudio y cualquier otro tipo de actividad que realicemos.

Concentrarse en una sola actividad resulta agotador para cualquier persona, el cerebro se cansa de realizar la misma actividad por tiempo prolongado, por ello se deben realizar pausas activas, dedicarle tiempo y espacio a actividades recreativas y por supuesto el tener una buena higiene del sueño, lo ideal es dormir 8 horas durante la noche.

  1. Organiza tu espacio laboral: esto también puede incluir lo personal, una mesa de escritorio u oficina desordenada, genera mucho caos, estrés y pérdida de tiempo, ordena el lugar de trabajo y ten cerca todo aquello que necesitas para un buen rendimiento laboral, puede ser desesperante estar detenido buscando una carpeta o archivo en el ordenador, clasifica todo, para que sea sencillo de localizar cuando lo necesites.
  2. Coordina las actividades prioritarias con el tiempo: al momento de crear una lista debes señalar cuál actividad o trabajo está más cercano y debe estar finalizado, así como el tiempo que le llevará culminarlo, esto hará que su lista sea más efectiva, sincere su trabajo y el tiempo que le lleva culminar una tarea cuando está concentrado. Evite que las redes sociales lo distraigan y ocupen más del 50% de su día a día.
  3. Define el tiempo de las interrupciones: uno de los principios más impredecibles, que puede robar más tiempo del esperado y que definitivamente disminuye nuestra productividad.Las interrupciones siempre estarán presentes, lo importante es saber cuánto tiempo dedicarle a las mismas y en caso de ser una urgencia familiar o de salud, reorganizar la lista de actividades y pendientes.

Aquellas cosas “no urgentes”, como responder un mensaje, una llamada de socialización, son actividades que se pueden cubrir en el momento de las pausas activas, siempre y cuando no le lleven más tiempo y no minimice su momento de descanso.

Llevar una vida productiva en todos los ámbitos es posible de alcanzar, se necesita dedicación y disciplina para mejorar eso que no cumplimos a cabalidad, para mejorar la concentración y el tiempo que le dedicamos a las cosas y personas de valor, de aquellas que realmente no merecen tanto nuestro tiempo y así cumplir nuestros objetivos.

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