viernes, abril 19, 2024

Los “líderes excepcionales” y el alma del liderazgo

El conferencista internacional, gurú motivacional y profesor de la U. de Northwestern, EE.UU., el Dr. Deepak Chopra, asegura en sus conferencias, así como también en la asignatura “El alma del liderazgo” que dicta en la Universidad para estudiantes de postgrado –y que está basada en su libro del mismo nombre– que “las crisis son el momento perfecto para desarrollar la creatividad”.

Por Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl
Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)

Al mismo tiempo que –de acuerdo con el experto en management, Jim Collins– para hacer gala de un “liderazgo excepcional”, especialmente, cuando las personas saben lo que quieren, tienen la fuerza de voluntad, una férrea determinación y la suficiente perseverancia para no rendirse ante las adversidades y obstáculos que una crisis pueda representar.

El mundo enfrenta, hoy en día, una serie de graves dificultades: una pandemia que no quiere dejar al planeta en paz, el calentamiento global que continuamente está causando grandes estragos y catástrofes en todo el mundo, altos niveles de desempleo, incertidumbre económica y política, una guerra iniciada por Rusia en contra de Ucrania que amenaza la paz del mundo y que ha contribuido a elevar las tasas de inflación en todo el planeta.

De acuerdo con el Dr. Deepak Chopra y Jim Collins, todas estas dificultades pueden representar una gran oportunidad para los líderes excepcionales, por cuanto, lo que hacen estos líderes, es que no sólo son capaces de reunir datos e información relevante acerca de lo que está sucediendo en su entorno, sino que también son capaces de identificar tanto el potencial de los integrantes de los equipos de trabajo que dirigen, como así también los sueños y expectativas de sus dirigidos. Por esta vía, se convierten en el símbolo de sus empresas y en referentes para sus colaboradores, cuya función será guiarlos en el logro de las metas fijadas, así como concentrarse en los cambios que habrá que hacer en la organización con la finalidad de alcanzar los sueños y metas propuestos.

Que… ¿cómo se lleva a la práctica lo anterior? Pues bien, cuando una persona tiene responsabilidades de liderazgo, no deberían existir los “imposibles”, un pensamiento que –en forma repetitiva– está como “anclado” en las creencias que tienen algunos líderes mediocres y de las cuales les resulta muy difícil liberarse. Dado lo anterior, lo que propone el Dr. Chopra, es que las nuevas creencias y expectativas que unen al líder excepcional con su equipo de colaboradores, sean las que determinen las nuevas posibilidades a futuro, por cuanto, si el líder es capaz de modificar las viejas ideas y modelos preconcebidos, entonces dicho líder estará en condiciones de hacer cualquier cosa.

Esta posibilidad se hace más factible de llevar a cabo cuando el líder se “pone al servicio de los demás” buscando generar un cambio importante para su organización. Cuando uno analiza a quienes tenemos actualmente de “líderes”, rápidamente advertimos que muchos de ellos son meros enanos que creen estar en un alto pedestal, que son intocables y que su única función es “dirigir”, pero sin tener muy claro un norte al que apuntar y sin tomar en cuenta lo que las personas que los rodean necesitan y/o buscan, lo que indica claramente el nivel de desconexión que existe entre este supuesto “líder” y sus colaboradores (o seguidores).

¿La razón para asegurar esto? Muy simple. La función de un verdadero líder que piensa en el bien común, es, principalmente, escuchar con atención y de manera activa lo que las demás personas quieren y/o necesitan, y ponerse al servicio de ellas.

Una de las características de estos líderes excepcionales es que “tienen un sentido de sí mismos, poseen gran humildad y una autoestima difícil de botar al suelo”, siendo capaces de ver oportunidades donde otros sólo ven problemas. Y aun cuando los líderes excepcionales se

forman durante los primeros años de vida, aquellos otros que no han sido potenciados durante una etapa temprana, pueden convertirse en grandes líderes mediante la enseñanza, el aprendizaje, el estudio y la reflexión.

Es así, por ejemplo, que Jim Collins, un estudioso del management (o administración empresarial), quien ha pasado más de veinte años investigando cómo es que algunas empresas han logrado mantener un desempeño superlativo durante mucho tiempo, entrega algunas luces de cómo es esto posible. Lo primero que Collins destaca es que el “ingrediente clave que permite a una empresa alcanzar la excelencia, es tener un líder de Nivel 5”, es decir, un directivo, en “quien una genuina humildad personal se combina con una intensa voluntad profesional”. En este sentido, Collins titula uno de sus artículos con el siguiente y sugerente título: “Liderazgo Nivel 5: el triunfo de la humildad y de la férrea determinación”.

Luego de una investigación de cinco años y el estudio y análisis profundo de once grandes empresas buscando responder a la pregunta “¿Puede una buena empresa convertirse en una empresa excelente, y de ser así… ¿cómo se logra esto?”, Collins y su equipo de investigadores establecieron una “jerarquía de capacidades” que debían tener los buenos líderes con la finalidad de poder convertirse en “líderes excepcionales” y lograr alcanzar el Nivel 5.
Revisemos, entonces, estos cinco niveles de liderazgo establecidos por Collins, tal como se describen en su artículo publicado en el año 2005, en la página 41:

1. Nivel 1. Individuo altamente capaz: hace contribuciones productivas mediante el talento, sus habilidades y buenos hábitos de trabajo.
2. Nivel 2. Colaborador de un equipo: contribuye al logro y consecución de los objetivos grupales; trabaja de manera eficaz en un entorno de equipo.
3. Nivel 3. Ejecutivo competente: organiza a las personas y los recursos bajo su responsabilidad para la búsqueda eficaz y eficiente de objetivos predeterminados.
4. Nivel 4. Líder eficaz: cataliza el compromiso con una visión clara y convincente; y su vigorosa aplicación estimula al equipo a lograr altos estándares de desempeño.
5. Ejecutivo de Nivel 5: desarrolla una grandeza duradera en su empresa mediante una paradójica combinación de humildad personal y voluntad profesional.

Como un gran ejemplo de una persona que alcanza el Nivel 5 de liderazgo, Collins muestra el ejemplo de Darwin Smith, quien, a contrapelo del Directorio de la empresa, fue nombrado CEO de Kimberley-Clark, una “lenta, antigua y pesada empresa de papel”, cuyas acciones habían perdido mucho valor de mercado. No obstante haber sido señalado como una persona que “no reunía algunas calificaciones para el cargo” este apacible y humilde abogado interno de la empresa –nadando en contra de la corriente– en los 20 años de gestión en que tuvo a cargo a la empresa, la terminó por convertir en la “principal empresa de productos de papel para el consumo en el mundo”. Para Collins y su equipo de investigadores, Darwin Smith representa el mejor ejemplo de un líder Nivel 5, a saber: una persona “que combinaba una extrema
humildad personal y timidez con una intensa voluntad profesional”.

Una frase que refleja a Darwin Smith de cuerpo entero es la siguiente: “Nunca dejé de intentar estar calificado para mi trabajo”, y cuando se le preguntaba por su estilo de liderazgo, sólo respondía: “Excéntrico”.

Ahora bien, para ser un líder Nivel 5 en propiedad, se requiere, de acuerdo con lo que señala Jim Collins, tener “las capacidades de todos los niveles anteriores, más las características especiales del Nivel 5”. Es decir: un gran y potente desafío.

Finalmente, quiero agradecer a mi estudiante del programa de MBA de la Universidad Austral de Chile, Criss Uribe Lange, por haber sido la persona inspiradora de este artículo, al compartir información relevante para la elaboración de los contenidos de este escrito.

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