Reunión extraordinaria se realizó esta mañana y contó con la presencia de cinco concejales, quienes de forma unánime aprobaron la propuesta de trato directo para la ejecución y término de las obras.
Una accidentada reunión, que estuvo a punto de no tener quórum para su concreción, fue la sesión extraordinaria de Concejo Municipal que fue convocada por el alcalde de La Unión, Andrés Reinoso, en la que finalmente se logró aprobar de manera unánime la adjudicación por trato directo a la empresa Essal, para el término de las obras de alcantarillado de las poblaciones Aldea Campesina y Caupolicán Alto, que por cinco años han sufrido anegamiento por aguas servidas, con los consiguientes problemas sanitarios.
Según detalló el alcalde Andrés Reinoso, a eso de las 7 y media de la mañana, él y su equipo recibieron un correo electrónico enviado por el concejal Jarol Fuchslocher y consignado por la totalidad de los ediles, donde se solicitaba suspender esta importante reunión y aplazarla para obtener mayor información sobre el proyecto.
Sin embargo, más tarde esa información sería desmentida por el concejal Camilo Gómez y la concejala Jessica Cossio, quienes aseguraron no haber suscrito nunca dicha solicitud, razón por la cual se presentaron a la sesión.
Así, con la ausencia del concejal Fuchslocher, por seis votos se aprobó la adjudicación, quedando pendiente la aprobación de los fondos, situación que será tratada en la sesión ordinaria de este miércoles, para que posteriormente sea visado el trato por Contraloría.
El alcalde Reinoso agradeció la presencia de los dirigentes sociales que se hicieron presentes en el edificio consistorial, porque «gracias a su presencia, a su tenacidad, planteando las necesidades que ellos tienen, se logró ejecutar este concejo extraordinario».
Reinoso luego señaló que un acuerdo de trabajo con Essal «no implica dejar en las sombras aquello que consideramos que está mal, cuando se interviene el medio ambiente o cuando se contamina; pero es la empresa que nos da la mayor seguridad para terminar un alcantarillado que ya viene bastante accidentado por cinco años, donde la primera empresa quebró y la segunda empresa dejó botado el proyecto, porque no era viable seguir avanzando».
La concejala Jessica Cossio, indicó que «un día más para los vecinos es una eternidad, no es lo mismo que para nosotros que vivimos cómodamente en nuestras casas. Ellos han tenido una larga lucha, que hoy día se comienza a solucionar. Siento que es el primer paso para que ellos tengan la dignidad de vivir como vivimos el resto de los unioninos».
Por su parte, el concejal Camilo Gómez, señaló que «existen una serie de complicaciones asociadas a lo que significa tomar la decisión de optar por una empresa u otra, a la hora de resolver este problema, porque cargamos con una historia de errores tras errores; siempre ha sido el tema de la Aldea el peor de los mundos, porque todo lo que pudo haber salido mal en ese proyecto salió mal. Entonces, puedo entender que existan reticencias (…) volver a darle dignidad a los vecinos es un mínimo en que tenemos que trabajar».
Para el concejal Mario Ortiz, quien tiene una mirada muy crítica de lo que han realizado las empresas privadas en este proyecto, es importante el trabajo desarrollado por la Oficina de Planificación y «las gestiones que se están haciendo con la Contraloría, para que este trabajo sea a través de trato directo, en este caso con Essal. Para nosotros, lo importante, es que se garantice una finalización de los trabajos y que no ocurra como en los casos anteriores, en que el Estado ha invertido y los trabajos a veces no quedan terminados».
DIRIGENTES SOCIALES
Para la presidenta de la Junta de Vecinos de la Aldea Campesina, Rosa Ulla Martínez, la aprobación de esta obra «es un anhelo añorado por tantos años, que hoy día se culmina. Gracias a Dios fue aprobado. Essal entra al trabajo directo de las obras, y nosotros felices porque ya vamos a salir de este abismo en que estamos. Tantos años esperando junto a todos los pobladores de Aldea Campesina».
En tanto, la presidenta de la Junta de Vecinos de Caupolicán Alto, Mónica Ojeda, planteó que «nosotros como vecinos esperábamos esto. Para nosotros nunca ha sido un tema respecto de quién haga los trabajos en Caupolicán, porque teníamos súper claro que la única empresa que nos daba confianza -después de haber quedado tirados en dos ocasiones- era Essal (…) nosotros hemos tenido la experiencia de quedar con los trabajos inconclusos, y la molestia no es para el pueblo, no es para la gente que vive bien».
La dirigenta, junto con sincerar la molestia que tenía frente a la posibilidad que no se realice la reunión de concejo para aprobar la adjudicación, concluyó que «ahora le damos gracias a los concejales que se unieron al tema y dijeron que esto no puede seguir así».
