La doctora en gerontología y académica de la U.Central, Doris Sequeira, explicó los desafíos en esta materia a nivel país y la normalización de situaciones que llevan al maltrato de personas mayores.
El 15 de junio se conmemora el XV Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, instituido por las Naciones Unidas en diciembre de 2011 con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de los derechos de las personas mayores, para que éstas puedan disfrutar de una vida libre de abusos, violencia y abandono.
El primero de septiembre del 2017, Chile ratificó la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores lo que implica que el Estado se compromete a promover, proteger y asegurar el reconocimiento y pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de contribuir a su total inclusión, integración y participación en la sociedad.
Para la doctora en Gerontología y académica de la UCEN, Doris Sequeira, “a pesar de este compromiso contraído por el país, observamos que el avance en la protección de los derechos ha sido lento y persisten aún situaciones de maltrato cuya mantención ha hecho que se asuman como normales”.
Dentro de estás situaciones, la experta asegura que se “limita la autonomía de las personas mayores generalmente en situaciones de viudez, al decidir los hijos el lugar donde debe continuar viviendo el padre/madre viudo(a), desconociendo la capacidad de la persona mayor para decidir la forma en que quiere vivir su vida”.
Además, destaca el uso de contenciones físicas con la excusa de “proteger a la persona mayor de caídas”. Sequeira explica que con ello se atenta al derecho que ésta tiene a la libertad y seguridad personal, las contenciones generan más accidentes y alteran su estado cognitivo.
Otro punto que alerta la experta es tener en cuenta el uso del “lenguaje que cosifica a las personas mayores”, al tratarlas a todas como abuelos, abuelitos, tatitas, teclitas sin considerar que no todas las personas mayores son abuelos y que cada uno de ellos tiene un nombre por el cual debe ser llamado.
Finalmente, la profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central explica que “la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores establece en su artículo 2 que la denominación para las personas de 60 años o más es de ‘persona mayor’ concepto que incluye el de adulta mayor”.
