domingo, mayo 19, 2024

¿Es Los Ríos la región más susceptible al COVID-19 ?

Cuando se analizan y cruzan los datos demográficos, sociales, culturales y económicos de los territorios a lo largo del país, se puede anticipar su comportamiento en esas y otras materias. También se pueden predecir los requerimientos de servicios, estrategias, previsionales, demandas arquitectónicas, de infraestructura u oferta lúdica, entre otros.

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Por Iván Flores García
Diputado de la República

Para ello sirve la planificación consciente de lo que somos, lo que tenemos y lo que estratégicamente necesitamos. Así se puede responder a una comunidad particular sin utilizar modelos universales que frecuentemente se desajustan con la realidad local. Solo después de eso podemos comenzar a ser gobernantes mas asertivos.

Digo esto porque desde hace años sabemos que Los Ríos es una de las regiones que más pobreza multifactorial acumula; es una de las regiones que proporcionalmente tiene más adultos mayores que otras, así como mayor cantidad proporcional de personas en situación de discapacidad (24%), principalmente en los sectores rurales que, en la mayoría de las comunas regionales, son casi la mitad de la población.

Entonces, no hay que ser letrado para entender que los requerimientos de la población de Los Ríos son distintos a las de otras regiones y evidentemente necesitan soluciones distintas, cuestión que no ha ocurrido. La Región de Los Ríos y su gente han venido teniendo el mismo tratamiento y el mismo comportamiento de los sectores público y privado que otras regiones.

Lo anterior, es clave para entender cual puede ser el comportamiento del COVID-19 en nuestra Región, y el potencial resultado me resulta en extremo preocupante, y esto solo en enfoque sanitario. Así lo señalé oportunamente. Por ello, cuando objetivamente tenemos una red hospitalaria precaria, en donde a lo menos seis hospitales de mediana y baja complejidad aún están “planes” de reponerlos después de una década de anuncios, y un Hospital Base regional que independientemente de su histórica buena capacidad resolutiva gracias al esfuerzo de sus funcionarios y a la coyuntura de concentración científica aportada por universidades, principalmente la UACh, se debe más que “normalizar”, transformar en un hospital especializado de alta complejidad para la macro zona sur, y eso se discute y se discute.

El Estado ha venido privilegiando unas regiones por sobre otras; esto en materia de infraestructura, dotación institucional y de respuesta de servicios estratégicos como por ejemplo son los sanitarios o aeropuertos y, tal como ocurrió con líneas aéreas, la construcción de aeropuertos en Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas, se llevó los recursos y con ello mayor frecuencia de vuelos. Ciudades como Valdivia, Osorno, Aysén, fueron dejadas de lado y tenemos lo que tenemos. Exactamente lo mismo ha venido ocurriendo con la red hospitalaria de mayor complejidad y de especialidades, Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas. Los Ríos ha sido peligrosamente POSTERGADA.

Quiero ser muy responsable con mis comentarios por cuanto estamos ad portas de una explosión sanitaria por coronavirus en Chile y en regiones; y si juntamos lo que describí anteriormente, con la condición de la infraestructura y equipamiento hospitalario, tendremos una mezcla de datos duros, dolorosos y complejos de escribir y decir; pero mi responsabilidad debe ir más allá de las criticas que puedo recibir por ello.

Debo seguir advirtiendo lo que no hemos podido lograr ninguno de nosotros, y esto es preparar una región para lo que requiere la población general, pero muy especialmente estos grupos vulnerables de región que es distinta de otras regiones y que hoy día van a enfrentar una pandemia con falta de recursos para poder cubrir las necesidades, tanto de los económicos personales para resolver su mantención ante la inminente cuarentena, como de la respuesta especial que requieren de la institucionalidad sanitaria.

Dios quiera que logremos tener respuesta aun oportuna de los niveles centrales para tener implementación urgente en equipamientos e insumos críticos y de protección del personal de salud en cada una de las doce comunas. Los datos que he podido obtener me indican que no solo hay que tomar decisiones más contundentes sino urgentes, porque países mas poderosos y que están siendo duramente golpeados por la pandemia han copado la oferta de productos y equipos. Ellos están llegando con camiones a los mercados y nosotros con un carrito de supermercado.

Dios quiera que nuestra comunidad regional sea mas responsable de lo que ocurrió en Italia, España y aún está ocurriendo en Chile, sobre la estrategia de cerrar locales comerciales y espectáculos donde la gente se concentraba, enviando a los trabajadores a guardar cuarentena y estos se dedicaron a recorrer el país distribuyendo el virus. Sabemos que el estallido social golpeó al comercio y el empleo nacional, pero hoy hay que priorizar la pandemia sanitaria por sobre la pandemia económica, que por cierto requiere de medidas lejos más robustas y solidarias, porque si los Fondos Soberanos son para enfrentar emergencias y por otra parte la credibilidad de Chile aun sirve para endeudarnos como país, hay que tener claro que esta será, si no la más, una de las peores emergencias que enfrentaremos.

Por ello, debemos asegurar que las personas puedan tener el sustento alimenticio y de servicios básicos mientras dure la crisis. Solo así podremos lograr la necesidad de aislarnos y la urgencia suma de relentizar los contagios que están avanzando mucho más rápido de lo que indican las cifras oficiales desfasadas, dada la lentitud o saturación del sistema de diagnóstico. ¡Hay que gastar en solidaridad y en servicios de salud lo que haya que gastar!

Dios quiera que la estadística epidemiológica que mostró la diferencia entre países asiáticos y países latinos de Europa, se aleje un poco de lo que es nuestra realidad regional que la hace ser aún más vulnerable que Italia y España, porque si bien podemos tener una estructura etaria similar a la de las regiones más golpeadas de esos países, el nivel socioeconómico y de vida de las personas, así como la capacidad y volumen de equipamiento de los servicios salud es claramente diferente.

En los países asiáticos la población “caso” se distribuyó en las distintas edades. En Italia y España la concentración de casos es marcadamente mayoritaria en adultos de más de 50 y adultos mayores, enfermos crónicos, personas en situación de discapacidad y en personas como las que mencioné anteriormente, los más vulnerables, de los que repito, nuestra región lidera las cifras nacionales.

Apelo entonces a las autoridades sanitarias nacionales y a las autoridades del Gobierno con representación regional. Porque tal como lo he dicho en “esferas centrales”, estamos atrasados en la adquisición y distribución de elementos de seguridad que protejan a los funcionarios de la primera línea de salud de atención primaria y hospitalaria, como también en la puesta a punto de sus reemplazos cuando seguramente algunos o muchos de los primeros enfermen. Tampoco sabemos, porque no se ha informado, si podremos contar o no con más equipos de respiración mecánica que los históricamente escasos o los que con esfuerzo artesanal los funcionarios regionales están reconvirtiendo desde pabellones quirúrgicos.

Exijo, pero ofrezco toda colaboración posible en lo que hoy nos toca desempeñar, una respuesta clara y decisiva por parte de quienes nos gobiernan, y logremos tener las respuestas urgentes que una comunidad especial como la de la Región de Los Ríos necesita ayer… mañana puede ser demasiado complejo. No tengo duda que la Región de Los Ríos es, sino la más, una de las regiones más sensibles a los efectos de esta desgraciada enfermedad, y ello deben tenerlo claro nuestras autoridades del Ejecutivo… y queda poco tiempo para resolver.

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