En julio pasado, el ministro del Interior, Jorge Burgos, cambió los intendentes de las regiones de Tarapacá, Coquimbo, O’Higgins, Los Lagos y Aysén, pero al menos tres de ellas han vuelto a laborar en el Estado con sueldo millonarios.
Menos de un mes estuvo cesante la ex -intendenta de O’Higgins, Morín Contreras (PS), que fuera seremi de Vivienda en el primer mandato de Bachelet; tras su abrupta salida de la intendencia, fue recontratada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo como jefa de la división de finanzas, con un sueldo de $5.400.000, cargo que estaba vacante desde que asumió el actual gobierno.
Por otra parte, la ex-intendenta de Aysén, Ximena Órdenes Neira (PPD), asumió el mes pasado como jefa de la división de coordinación nacional de la Subsecretaría de Prevención del Delito y Seguridad Pública, que dirige Antonio Frey.
Otra intendenta que salió en ese cambio, fue Hanne Utreras, en la región de Coquimbo, que fue contratada por la Secretaría de Planificación Comunal (Secplan) de la Municipalidad de La Serena, al mando del alclade Roberto Jacob (PR), donde antes de asumir como jefa regional había trabajado en la Dirección de Obras de esa casa edilicia.
Utreras vuelve al municipio de La Serena con un sueldo de $2 millones para “contratar proyectos sectoriales, coordinar acciones para impulsar y mejorar los tiempos asociados a la ejecución de proyectos que se financian con fondos sectoriales”, según la alcaldía.
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