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viernes, 29 marzo, 2024

Senador De Urresti por situación en Osorno: «Ojalá Essal y Aguas Andinas vengan a dar la cara y dejen de esconderse tras la SISS»

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El parlamentario de Los Ríos dijo que «no es aceptable que tras este grave episodio que afectó a más de 140 mil personas, solo sepamos lo que dicen las empresas a través de la prensa».

Tras la comparecencia del superintendente de Servicios Sanitarios en la Comisión de Obras Públicas, para dar explicaciones acerca de las causas y medidas adoptadas por la empresa Essal ante la crisis sanitaria y ambiental generada por el derrame de petróleo en una planta de tratamiento de agua potable, el senador Alfonso De Urresti dijo que «a estas alturas ya es hora de que la empresa Essal y Aguas Andinas, que es dueña del 53,6% de la primera, den la cara y expliquen lo que ha sucedido y lo que van a hacer».

El parlamentario enfatizó que «no es aceptable que tras la grave crisis que afectó a 140 mil personas solo sepamos lo que dicen las empresas a través de la prensa. Es necesario que salgan a transparentar su situación, no solo por este caso, ya de por si dramático y complejo, sino porque ya no se trata de hechos aislados, sino de una serie ininterrumpida de episodios de contaminación por diversas razones, como ha ocurrido en los lagos Llanquihue y Panguipulli durante el año pasado, solo por citar los ejemplos más visibles».

De Urresti enfatizó que «a la gente le indigna que pasen estas cosas, no solo porque afectan su calidad de vida, sino porque además siente que a las empresas les sale gratis. Claramente la multa máxima para el caso de lo de Osorno no superará los 600 millones, que puede sonar mucho para los ciudadanos, pero no para una empresa que ha tenido millonarias utilidades los últimos años. Nosotros esperamos más que explicaciones y medidas de mitigación. Esperamos que las autoridades fiscalizadoras actúen, incluyendo entre ellas al SERNAC, que hasta ahora ha estado bastante silencioso».

El senador por Los Ríos señaló que «no podemos normalizar que estas cosas ocurran, como ha venido pasando en Santiago donde al final el Estado ha terminado tomando medidas para que cuando llueva un poco o haya viento no colapsen las empresas sanitarias o eléctricas. Empresas monopólicas como éstas deben ajustar sus estándares de inversión de y de desarrollo. Algunas parecen estar más preocupadas de los negocios no regulados que tienen por el lado, que de brindar una verdadera atención de calidad a sus clientes».

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