Por Bernardo Berger Fett
Diputado
Actualmente, se está a la espera de la promulgación de la ley de incentivo a la donación de órganos, que busca que cuatro millones de personas que hoy en día están en el registro de No Donantes, puedan ratificar su condición en un plazo de un año, lo que me parece bastante bien, pero también creo que dista mucho de la solución de esta gran problemática.
Debemos ser conscientes de que quienes están en esta terrible situación, no sólo tienen un dolor físico, sino también hay una familia que sufre, que viven ante una espantosa espera, sin saber si su ser amado podrá seguir esperando y esperando…
Ahora por otro lado, la baja tasa de donantes en Chile se relaciona con una serie de falencias en el sistema. Si bien ello se puede dividir en la comunidad, pacientes y profesionales, claramente una de estas falencias tiene que ver directamente con la falta de información y educación que existe sobre la materia y que es, por cierto, obligación del Estado al entenderse como una necesidad y prioridad de salud pública.
Por ello en mi rol parlamentario, es que en el 2017 presenté un proyecto de resolución que solicita incorporar un curso de formación general sobre donación y trasplante de órganos en las carreras de medicina y enfermería, para formar profesionales que puedan estar capacitados e informados para facilitar y ayudar de manera efectiva tanto para la familia del donante como del donador. No es menos cierto que no se cuenta con un gran número de profesionales que conozca en profundidad el tema y que se especialice en ello.
La iniciativa fue aprobada transversalmente en la Cámara Baja, pero lamentablemente no tuvo mayor acogida por parte de la administración de turno.
En el tema de la donación de órganos, como país nos encontramos en deuda, y es urgente aumentar el número de donantes. Y para ello hay que reconocer, y subsanar, las debilidades del sistema.
