viernes, abril 19, 2024

Columna de opinión: Felicidad y Gestión Pública

Por Egon Montecinos
Director del Centro de Estudios Regionales UACh

El Alcalde de Quillota Luis Mella, inauguró el viernes 11 de Enero la escuela de verano de formación ciudadana del CER UACh. El tema central de la conferencia fue “la Felicidad como motor de participación y transformación en la gestión local”, idea que ha venido impulsando sistemáticamente desde hace más de 15 años por medio de un modelo de gestión municipal basado en la rentabilidad humana, solidaridad y felicidad. ¿Por qué están importante destacar esta gestión? A lo menos por dos motivos.

El primero es que le pone “carne y hueso” a ideas que para gerentes públicos, burócratas y políticos tradicionales resultan ambiguas, inaplicables, motivo de burlas y menosprecio a la hora de pretender llevarlas a la práctica. Programas como el Banamor o el Apoyo a la Integración Laboral de jóvenes primera generación universitaria, dan cuenta de que con convicción, imaginación y voluntad se puede encontrar referente empírico a ideas como la felicidad puesta al servicio del bien común.

El segundo motivo es que en dicho municipio se ha podido construir un “modelo de gestión” basado en la felicidad y rentabilidad humana. Esto es de suma importancia para distinguir entre un modelo de gestión y una iniciativa aislada que contenga ideas innovadoras. No cabe duda que en el resto de municipios de Chile existen iniciativas igualmente relevantes a las que se han desarrollado en Quillota. Sin embargo, la diferencia está en que en este caso se observa una forma y un estilo que ha logrado permear a la burocracia municipal, a la comunidad y al sector privado. Muchas de las ideas mostradas por el alcalde encuentran mayoritario apoyo, pero aún algo de resistencia entre funcionarios municipales, y en la comunidad. No obstante, es digno de destacar el relevante rol que ha jugado el sector privado en apoyar iniciativas asociadas a la felicidad en la gestión municipal y facilitar el desarrollo de éstas.

Finalmente, los factores clave para lograr esto han sido el liderazgo “distinto” del alcalde, pero también el rol de profesionales innovadores, dispuestos a transformar la tradicional cultura burocrática de la gestión pública. Un 7,0 y puntaje nacional para este alcalde, sin duda su mayor contribución hasta ahora ha sido el cambio cultural que se ha comenzado a gestar en la municipalidad y su comunidad.

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